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simiente de lobo
–
–
… oh
Flores de Alemania, oh mi corazón
se vuelve
Un cristal que no puede engañar,
en el cual
La luz examina, si Alemania
–
Hölderlin, “Cerca del abismo… ”
–
… como en las casas de los judíos
(para recordar las ruinas de Jerusalén)
siempre algo debe ser dejado
inconcluso…
–
Jean-Paul, El valle de Campania
–
Echa el cerrojo: Están
las rosas en casa.
Están
las siete rosas en la casa.
Está
el candelabro de siete brazos en casa.
Nuestro
hijo
lo sabe y duerme.
(Lejos, en Michailovka, en
Ucrania, donde
ellos asesinaron a mi padre y a mi
madre: ¿qué
florecía allí, qué
florece allí? ¿Cuál
flor, madre,
te hirió allí
con su nombre?
–
Tú, madre,
que dijiste simiente de lobo, no:
lupino.
–
Ayer
uno de ellos vino y
te mató
de nuevo en
mi poema.
–
Madre,
madre, ¿de quién
era la mano que apreté
cuando con tus
palabras fui a
Alemania?
–
En Aussig, decías siempre, en
Aussig a orillas
del Elba,
en la huida.
Madre, allí viven
asesinos.
–
Madre, yo
escribí cartas.
Madre, no tuve respuesta.
Madre, tuve una respuesta.
Madre, yo
escribí cartas a –
Madre, ellos escriben poemas.
Madre, ellos no los escribirían,
si no fuera por el poema que
yo escribí por
tu voluntad, por
voluntad
de tu
Dios.
Loado, decías, sea
el Eterno y
agradecido, tres
veces
Amén.
–
Madre, ellos callan.
Madre, ellos toleran que
la vileza me calumnie.
Madre, nadie
corta a los asesinos la palabra.
–
Madre, ellos escriben poemas.
Oh
Madre, ¡qué
suelo más extraño produce tu fruto!
¡Lo produce y alimenta
a los que matan!
–
Madre, estoy
perdido.
Madre, estamos
perdidos.
Madre, mi hijo, que
se parece a ti.)
–
Echa el cerrojo: Están
las rosas en casa.
Están
las siete rosas en casa.
Está
el candelabro de siete brazos en casa.
Nuestro
hijo
lo sabe y duerme.
–
–
(Celan, 1997b, p.40)
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–
–
Wolfsbohne
–
–
… o
Ihr Blüten von Deustchland, o mein
Herz wird
Untrügbarer Kristall, am dem
Das Licht sich prüfet, wenn Deutschland
–
Hölderlin, “Von Abgrund nämlich…”
–
… wie an den Häusern der Juden
(zum Andenken des ruiniten Jerusalem’s),
immer etwas unvollendet
gelasse werden muss…
–
Jean-Paul, Das Kampaner Tal
–
Leg den Riegel vor: Es
sind Rosen im Haus.
Es sind
sieben Rosen im Haus.
Es ist
der Siebenleuchter im Haus.
Unser
Kind
weiss es und schläft.
(Welt, in Michailowka, in
der Ukraine, wo
sie mir Vater und Mutter erschlugen:
was
blühte dort, was
blüht dort? Welche
Blume, Mutter
tat dir dort weh
mit ihrem Namen?
–
Mutter, dir
die du Wolfsbohne sagtest, nicht:
Lupine.
–
Gestern
kam einer von ihnen und
tötete dich
zum andern Mal in
meinem Gedicht.
–
Mutter,
Mutter, wessen
Hand hab ich gedrückt,
da ich mit deinen
Worten ging nach
Deutschland?
–
In Aussig, sagtest du immer, in
Aussig an
der Elbe,
auf der Flucht.
Mutter, es wohnten dort
Mörder.
–
Mutter, ich habe
Briefe geschrieben.
Mutter, es kam keine Antwort.
Mutter, es kam eine Antwort.
Mutter, ich habe
Briefe geschrieben an –
Mutter, sie schreiben Gedichte.
Mutter, sie schreiben sie nicht,
wär das Gedicht nicht, das
ich geschrieben hab, um
deinetwillen, um
deines
Gottes
willen.
Gelobt, sprachst du, sei
der Ewige und
gepriesen, dreimal
Amen.
–
Mutter, sie schweigen.
Mutter, sie dulden es, dass
die Niedertracht mich verleumdet.
Mutter, keiner
fällt den Mördern ins Wort.
–
Mutter, sie schreiben Gedichte.
O
Mutter, wieviel
fremdester Acker trägts deine
Frucht!
Trägt sie und nährt
die da töten!
–
Mutter, ich
bin verloren.
Mutter, wir
sind verloren.
Mutter, mein Kind, das
dir ähnlich sieht.)
–
Leg den Riegel vor: Es
sind Rosen im Haus.
Es sind
sieben Rosen im Haus.
Es ist
der Siebenleuchter im Haus.
Unser
Kind
weiss es und schläft.
–
–
(Celan, 1997a, p.45-8)
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Paul Celan
–
Poesía póstuma
Trotta 2003
Madrid
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Gedichte aus dem Nachlass, publicado en Alemania en 1997, reúne más de 200 poemas
excluidos por Paul Celan de los siete libros que proyectó en vida
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