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cadillacs y poesía
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Nieve limpia sobre el hielo de esta noche. Ahora,
camino de la ciudad, distraído,
frena demasiado rápido.
Y se ve a sí mismo en un gran coche sin control,
moviéndose de un lado a otro de la carretera en la inmensa
quietud de la mañana de invierno. Enfocado
inexorablemente hacia el cruce.
¿Las cosas que le pasan por la cabeza?
El reportaje de televisión sobre tres gatos callejeros
y un mono con electrodos implantados
en sus cerebros; aquella vez que se paró para fotografiar
un búfalo cerca de donde el Little Big Horn
se une al Big Horn; su nueva caña de pescar
garantizada de por vida;
los pólipos que el médico le encontró en el intestino;
la frase de Bukowski que le viene
a la mente de vez en cuando:
A todos nos gustaría pasearnos por ahí en un Cadillac del 95.
Su mente como una colmena de secreta actividad.
Incluso mientras hace un derrape
en la autopista y se queda mirando
hacia atrás, en la dirección de la que venía.
La dirección de casa y de la relativa seguridad.
El motor se paró. Una vez más
le envolvió aquella inmensa quietud. Quitó la capota
y se secó la frente. Pero, tras considerarlo un momento,
arrancó el coche, dio la vuelta
y continuó hacia la ciudad.
Con más cuidado, sí. Pero pensando todo el rato
en las mismas cosas que antes. Hielo sucio, nieve limpia.
Gatos. Un mono. Pesca. Un búfalo salvaje.
La sutil poesía de pensar en Cadillacs
que aún no han sido fabricados. El efecto castigador
de los dedos del médico.
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cadillacs and poetry
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New snow onto old ice last night. Now,
errand-bound to town, preoccupied with the mudge
in his head, he applied his brakes too fast.
And found himself in a big car out of control,
moving broadside down the road in the inmense
stillness of the winter morning. Headed
inexorably for the intersection.
The things that were passing through his mind?
The news film on TV of three alley cats
and a rhesus monkey with electrodes implanted
in their skulls; the time he stopped to photograph
a buffalo near where the Little Big Horn
joined the Big Horn; his new graphite rod
with the Limited Lifetime Warranty;
the polyps the doctor’d found on his bowel;
the Bukowski line that flew
through his mind from time to time:
We’d all like to pass by in a 1995 Cadillac.
His head a hive of arcane activity.
Even during the time it took his car
to slide around on the highway and point him
back in the direction he’d come from.
The direction of home, and relative security.
The engine was dead. The inmense stillness
descended once more. He took off his woolen cap
and wiped his forehead. But after a moment’s
consideration, started his car, turned around
and continued on into town.
More carefully, yes. But thinking all the while
along the same lines as before. Old ice, new snow.
Cats. A monkey. Fishing. W ild buffalo.
The sheer poetry in musing on Cadillacs
that haven’t been built yet. The
chastening effect
of the doctor’s fingers.
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Raymond Carver
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Cadillacs y poesía
Todos nosotros
Poesía reunida
S. L. Bartleby Editores
2006, 3ª edición
Velilla de San Antonio
Selección, traducción y prólogo de Jaime Priede
Original: Collected poems
The Harvill Press
Londres 1996
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