Hasta ahora no nos han interesado especialmente los poemas de Robert Lowell.
Tal vez el hecho de Alberto Girri tradujera algunos de ellos, pueda acercarnos más
a la poesía de Lowell. O no. De momento, vamos allá con uno de sus poemas,
veremos cómo continúa nuestra relación con el poeta.
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POEMAS DE ROBERT LOWELL
VERSIÓN, PRÓLOGO Y NOTAS POR
ALBERTO GIRRI
BUENOS AIRES
EDITORIAL SUDAMERICANA
CONCORD
Diez mil Fords están aqui ociosos en busca
de una tradición. Sobre estas leñas secas
-el Miliciano Voluntario, los católicos irlandeses,
el puente en ruinas y las percas pescadas en el Walden-
el campanario de la Iglesia Unitaria
tañe el Cristo colgado. ¡Crucifijo,
cómo pueden tus delgados, blancos brazos traspasar
la desenfrenada industria de Mammón, el vaivén
por las formas de embridar la corriente de Heráclito!
Esta iglesia es Concord: Concord donde Thoreau
sin un fusil les dio un nombre a todos los pájaros para escudriñar
a través de las tinieblas hasta el hombre pintado y su arco:
la danza de la muerte del Rey Felipe y su grito
cuyo eco ciñó este imperfecto globo.
CONCORD
Ten thousand Fords are idle here in search
Of a tradition. Over these dry sticks-
The Minute Man, the lrish Catholics,
The ruined bridge and WaIden’s fished-out perch-
The belfry of the Unitarian Church
Rings out the hanging Jesus. Crucifix,
How can your whited spindling arms transfix
Mammon’s unbridled industry, the lurch
For forms ro harness Heraclitus’ stream!
This Church is Concord- Concord where Thoreau
Named aH the birds without a gun to probe
Through darkness to the painted man and bow:
The death-dance of King Philip and his scream
Whose echo girdled this imperfect globe.
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Walden: Lago cercano a Concord, en cuyos alrededores pasó Thoreau muchos meses en
completa soledad, como una suerte de experiencia de la vida elemental, y a raíz de lo cual
escribió su libro: Walden o la vida en los bosques.
V . B . King Philip: Nombre que los colonos fundadores de Con-cord le dieron a un belicoso jefe piel
roja de la tribu Wampanoag, durante las guerras en contra de los indios. Su fama trascendió a la literatura,
incorporándose a ella como personaje de obras de Washington Irving y Fenimore Cooper.
Aunque Lowell dice que vanamente encontraríamos hoy una tradición, perdida por efectos
del espíritu mercantilista de la época, y por la transformación de la fe religiosa en una práctica
exterior y farisea, la localidad de Concord, fundada hacia la primera mitad del siglo XVII al noroeste
de Boston, tiene el prestigio de haber sido el escenario de una de las primeras batallas de la guerra
de la independencia norteamericana, de ser el lugar de nacimiento de Thoreau, y de haber vivido
allí Emerson durante buena parte de su existencia. Ambos, como se sabe, fueron los fundadores
del trascendentalismo norteamericano, movimiento filosófico, religioso y político que afirmaba la
superioridad del espíritu frente al materialismo y la nece- sidad de hallar en las verdades
religiosas un origen inmediatamente evidente.
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