décimo tercera poesía vertical
1993
XIII : 46
Un perro le ladra a un recuerdo.
Nadie sabe si es suyo o ajeno.
Los recuerdos,
como los animales en celo,
no pueden permanecer encerrados.
Y aunque el recuerdo no pueda ladrarle al perro,
lo va calmando poco a poco.
Es en estas alianzas repentinas
donde el azar ensambla un orden más seguro.
Roberto Juarroz
Poesía vertical
tomo 2- 1ª ed.
Buenos Aires
Emecé Editores
2005
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