blood, tin, straw
[1999]
cuando te viene
Incluso cuando no tenés miedo de estar embarazada,
es hermoso cuando te viene, encantadoramente sexual,
a lo largo de ese cuello radiante
y de los labios, su primer pliegue,
y a veces, en los últimos pasos por el baño,
dejás una estela deslumbrante, los pétalos
que la niña de las ores esparce detrás de la novia. Y después sus colores,
a veces un rojo casi dorado,
o un bermellón oscuro, la gota que salta
y se abre lentamente en el agua,
una galaxia de jalea,
el violeta–oscuro, el agua ondulante, apacible
como un lago en la luna, nada de esto
hiere, incluso la pequeña mancha
en las medias negras con brillo carmesí
oscilando en la delgada cuerda oja
hacia la izquierda y la derecha en esa luminosa pista,
inocente tapa de inodoro,
la mancha no puede morir. Va a haber un huevo ahí,
en algún lugar, en cualquier minuto, alado con montones
de banderas asimétricas de plasma, una célula que
de cerca es un planeta inmenso, de puntos y acuoso
pero que no es nadie todavía. A veces,
cuando miro este show delicado,
es como si viese nevar, o estrellas fugaces,
y pienso en los hombres, qué les parecerá a ellos
cuando vemos la sangre caer lentamente de nuestro sexo,
como si la tierra suspirara, leve
y nosotras pudiésemos sentirla, y verla,
como si la vida gimiera un poco, asombrada,
y nosotras mismas fuéramos esa vida.
when it comes
Even when you’re not afraid you might be pregnant,
it’s lovely when it comes, and it’s a sexual loveliness,
right along that radiant throat
and lips, the rst hem of it,
and at times, the last steps across the bathroom,
you make a dazzling trail, the petals
the ower–girl scatters under the feet of the bride. And then the colors of it,
sometimes an almost golden red,
or a black vermilion, the drop that leaps
and opens slowly in the water, gel
sac of a galaxy,
the black–violet, lobed pool, calm
as a lake on the back of the moon, it is all
woundless, even the little spot
in jet and crimson spangled tights who
ings her ne tightrope out
to the left and to the right in that luminous arena,
green upper air of the toilet bowl,
she cannot die. There will be an egg in there,
somewhere, minute, winged with massive
uneven pennons of serum, cell that up
close is a huge, sodden, pocked planet,
but it was not anyone yet. Sometimes,
when I watch the delicate show,
like watching snow, or falling stars,
I think of men, what could it seem to them
that we see the blood pour slowly from our sex,
as if the earth sighed, slightly,
and we felt it, and saw it,
as if life moaned a little, in wonder, and we were it.
Salto del Ciervo / Sharon Olds / Traducción de Natalia Leiderman y Patricio Foglia
Sangre, lata, heno, 1999
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