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quentin tarantino

malditos bastardos

Título original: Inglourious Basterds

Quentin Tarantino, 2009

Traducción: Marc Viaplana Canudas

Introducción: David L. Robbins

SOBRE NEGRO

APARECE EL TÍTULO DEL CAPÍTULO:

CAPÍTULO TRES

«NOCHE ALEMANA EN PARÍS»

INTERIOR. AUDITORIO DE SALA DE CINE. NOCHE.

Estamos en el auditorio de un cine de París, pero la CÁMARA no

apunta a la pantalla sino al público. Empezamos CERCA del proyector, cuyo haz sale

de la ventanilla de la parte trasera de la sala.

La CÁMARA continúa el TRAVELLING hacia atrás, abriendo el plano cada vez más

y haciendo aparecer a más y más ciudadados del París ocupado por los alemanes, que

miran, FUERA DE CUADRO, hacia la pantalla, en la oscuridad.

Oímos LA BANDA SONORA, FUERA DE CUADRO, de un musical producido por

Goebbels, proyectado en la pantalla.

La toma sigue moviéndose hacia atrás, y el diálogo alemán continúa llenando el

auditorio.

HASTA QUE…

… La TOMA DEL TRAVELLING SE PARA en un PRIMER PLANO de Shoshanna,

que está mirando la película.

APARECE UN SUBTÍTULO:

«SHOSHANNA DREYFUS

DOS SEMANAS DESPUÉS DE LA MASACRE

DE SU FAMILIA»

Oímos el sonido del clímax del musical alemán.

Las luces suben en la sala.

Shoshanna, vestida con un UNIFORME DE ENFERMERA que afanó en algún lado,

se queda sentada mientras el resto de ESPECTADORES recogen sus abrigos y

desfilan hacia el exterior.

EXTERIOR. PEQUEÑO CINE DE PARÍS. NOCHE.

Los espectadores van saliendo por debajo de la marquesina del cine, mientras alguien

APAGA, desde el interior, las luces de la marquesina.

En la MARQUESINA SE LEE, en francés:

«NOCHE ALEMANA. BRIDGET VON HAMMERSMARK en “ENREDO EN

MÉXICO”»

EXTERIOR. CABINA DE PROYECCIÓN (DE UN CINE PEQUEÑO)

Un negro francés, que luego sabremos que se llama MARCEL, es el proyeccionista

del cine. Lo vemos un momento, sacando los rollos del proyector y colocándolos en

la máquina de rebobinado.

INTERIOR. AUDITORIO

PRIMER PLANO DE SHOSHANNA

Shoshanna sigue en su asiento. Aparte de ella, no hay nadie más en la sala.

La propietaria del cine, una francesa atractiva, que conoceremos después como

MADAME MIMIEUX, aparece en uno de los palcos del cine.

Desde su posición privilegiada mira hacia abajo, hacia la jovencita sentada en la sala

vacía.

El DIÁLOGO será en FRANCÉS y SUBTITULADO EN CASTELLANO.

MADAME MIMIEUX

Entonces, jovencita, ya que es más que obvio que por hoy hemos cerrado, me

imagino que estás aquí por algo. ¿Qué puedo hacer por ti?

SHOSHANNA

¿Me puedo quedar a dormir aquí esta noche?

MADAME MIMIEUX

Deduzco entonces que no eres enfermera.

SHOSHANNA

No.

MADAME MIMIEUX

Qué chica más espabilada, el tuyo es un buen disfraz. ¿Dónde está tu familia?

SHOSHANNA

Fue asesinada.

MADAME MIMIEUX

¿Así que eres una huérfana de guerra?

SHOSHANNA

Vivíamos en Nancy. Los boches nos descubrieron…

MADAME MIMIEUX

… ¿Me estás contando una historia triste?

SHOSHANNA

Oui.

MADAME MIMIEUX

Las historias tristes me aburren. Estos días, en París, todo el mundo tiene una.

¿Verdad que yo no te aburro con la mía? Pues no me aburras con la tuya.

SHOSHANNA

¿Sabe usted manejar las máquinas?

MADAME MIMIEUX

¿Qué máquinas?

Imita con las manos el movimiento de los rollos girando en el proyector, y dice:

SHOSHANNA

Las máquinas que proyectan la película.

MADAME MIMIEUX

¿Los proyectores? Sí, soy la dueña de un cine; por supuesto que sé manejarlos.

SHOSHANNA

Lo sé. La vi haciéndolo.

INSERTO:

PRIMER PLANO DE SHOSHANNA

con la mirada subiendo por la escalerilla que lleva a la cabina de proyección,

observando a…

MADAME MIMIEUX

manejando con destreza los proyectores…

VUELTA A SHOSHANNA

SHOSHANNA

Enséñeme. Enséñeme a manejar las máquinas que proyectan la película. Está

usted sola con aquel hombre negro. Sé que le iría bien un poco de ayuda.

MADAME MIMIEUX

Conozco por lo menos a seis personas que acabaron en el paredón, ametralladas

por dar refugio a enemigos del estado. No tengo intención de ser la número siete,

el de la mala suerte. ¿Cuánto tiempo llevas en París?

SHOSHANNA

Una semana y algunos días.

MADAME MIMIEUX

¿Cómo has conseguido sobrevivir al toque de queda y no ser capturada?

SHOSHANNA

Durmiendo en las azoteas.

MADAME MIMIEUX

Una vez más, tengo que admitir que eres una chica lista. ¿Y qué tal?

SHOSHANNA

Mucho frío.

MADAME MIMIEUX

(se ríe)

Ya me lo imagino.

SHOSHANNA

Con todo mi respeto, no se lo imagina.

Pausa.

MADAME MIMIEUX

Tienes razón.

Madame se queda pensando…

MADAME MIMIEUX

Así que no sabes manejar un proyector de cine de treinta y cinco milímetros y

quieres que te enseñe cómo funciona para que puedas trabajar aquí y usar mi cine

como madriguera para esconderte, ¿no es así?

SHOSHANNA

Oui.

MADAME MIMIEUX

¿Cómo te llamas?

SHOSHANNA

Shoshanna.

MADAME MIMIEUX

Yo soy Madame Mimieux. Puedes llamarme Madame. Esto es un cine. No un

hogar para caprichosos huérfanos de guerra. Dicho lo cual, tienes razón en lo que

dices.

Si eres realmente excepcional, podrías servirme de algo, así que, Shoshanna…

¿eres realmente excepcional?

SHOSHANNA

Oui, Madame.

MADAME MIMIEUX

Yo decidiré eso.

FUNDIDO A

INTERTÍTULO:

Que muestra un bonito ESBOZO, HECHO A LÁPIZ, de la CIUDAD DE PARÍS,

rematado con la torre Eiffel.

EN LA PARTE SUPERIOR SE LEE:

«1944

PARÍS»

ENTONCES…

La CÁMARA RETROCEDE y vemos que no es en absoluto un INTERTÍTULO sino

un CALENDARIO clavado en la pared de la cabina de proyección del pequeño cine.

Antes de perderlo de vista, VEMOS que estamos en el mes de JUNIO…

La CÁMARA descubre a una SHOSHANNA TRES AÑOS MAYOR, trabajando de

PROYECCIONISTA. Es de suponer que Shoshanna pasó el excepcional examen de

Madame Mimieux.

Una melodía al estilo de Morricone SUENA en la BANDA SONORA. Esa será la

«Canción de Shoshanna».

Un Pequeño Timbre empieza a SONAR, en uno de los proyectores, para avisar a

Shoshanna de que hay que hacer el CAMBIO DE ROLLO.

Shoshanna está junto al proyector, viendo una antigua película alemana que está

proyectando, mientras espera la primera SEÑAL para el CAMBIO DE ROLLO.

PANTALLA

de la pequeña sala de cine. En la Pantalla, LENI RIEFENSTAHL está tendida en

horizontal mientras un carámbano gotea encima de su cabeza, en la antigua película

alemana «L’Enfer blanc du Piz Palü».

La primera SEÑAL para el CAMBIO DE ROLLO APARECE en la esquina superior

derecha del CUADRO… (Esto avisa al proyeccionista para que esté preparado.)

Cuando el ROLLO DE PELÍCULA del primer PROYECTOR se acaba, Shoshanna se

prepara junto al segundo PROYECTOR…

ENTONCES…

PANTALLA

La segunda SEÑAL para el CAMBIO DE ROLLO APARECE en el mismo lugar.

(Esta es la definitiva.)

SHOSHANNA

ACCIONA la palanca del segundo PROYECTOR, que cambia la película del primer

proyector al segundo, ejecutando un perfecto CAMBIO DE ROLLO.

Mientras suena la «Canción de Shoshanna» en la banda sonora, vemos un MONTAJE

con ella llevando a cabo las tareas cotidianas: cargar pesadas latas de película por las

escaleras, vaciar los cepos para las ratas, etc., etc.

EXTERIOR. CINE. NOCHE.

En la MARQUESINA SE LEE, en francés:

NOCHE ALEMANA LENI RIEFENSTAHL en «L’ENFER BLANC DU PIZ PALÜ»

de PABST

Shoshanna sale del cine cargada con dos botes de LETRAS (para la marquesina) y

una larga escalera de mano. Su tarea es, obviamente, cambiar el programa en la

marquesina.

EL NARRADOR LITERARIO aparece en CASTELLANO en la banda sonora:

NARRADOR (VOZ EN OFF)

Para hacer funcionar un cine en París durante la ocupación, había dos opciones.

Podías proyectar películas de proganda alemana nuevas, producidas bajo la

mirada atenta de Joseph Goebbels, o… podías incluir una noche alemana en tu

programación semanal, y proyectar películas alemanas clásicas autorizadas. En

este caso, la noche alemana era jueves.

Shoshanna, sin nadie que la ayude y subida en lo más alto de la escalera de mano,

cambia las letras de la marquesina.

UN JOVEN SOLDADO ALEMÁN (de edad parecida a la de Soshanna) sale del

cine. Ve la escalera con la joven francesa en lo alto y se acerca a ella.

Hablan en FRANCÉS SUBTITULADO en CASTELLANO.

SOLDADO ALEMÁN

¿Qué empieza mañana?

Shoshanna baja la mirada y ve al joven soldado alemán que le sonríe desde abajo.

SHOSHANNA

Un festival Max Linder.

SOLDADO ALEMÁN

Ummmm, siempre me gustó más Linder que Chaplin.

Aunque Linder nunca hizo una película tan buena como «El chico». La escena

culminante de la persecución en «El chico» es espléndida.

Shoshanna continúa trabajando, sin sumarse a la conversación.

SOLDADO ALEMÁN

Supongo que ahora le iría bien una «M», una «A» y una «X», ¿no?

SHOSHANNA

No hace falta. Me arreglo sola.

SOLDADO ALEMÁN

No sea ridícula, es un placer.

Le tiende a la damisela francesa las letras que forman MAX.

SHOSHANNA

Merci.

SOLDADO ALEMÁN

Me gusta muchísimo su cine.

SHOSHANNA

Merci.

Se pone a colocar las letras en la marquesina…

SOLDADO ALEMÁN

¿Es suyo?

SHOSHANNA

¿Que si es mío?

SOLDADO ALEMÁN

Oui.

SHOSHANNA

Oui.

SOLDADO ALEMÁN

¿Cómo puede ser que una jovencita como usted sea la dueña de un cine?

Debido al uniforme del soldado y a la situación de Shoshanna, todos los esfuerzos del

soldado por entablar una conversación le dan a la jovencita judía camuflada la

impresión de estar en un interrogatorio de la Gestapo.

SHOSHANNA

Mi tía me lo dejó.

SOLDADO ALEMÁN

Qué chica más afortunada.

Shoshanna no contesta.

SOLDADO ALEMÁN

Gracias por programar una noche alemana.

SHOSHANNA

No hay de qué, no me queda otra opción.

SOLDADO ALEMÁN

¿Escoge usted misma las películas alemanas?

SHOSHANNA

Oui.

SOLDADO ALEMÁN

Entonces mantengo mi agradecimiento. Me encantan las películas de Riefenstahl,

especialmente «Piz Palü».

Es agradable conocer a una chica francesa que admira a Riefenstahl.

SHOSHANNA

«Admirar» no es la palabra que yo usaría para describir mis sentimientos por la

fräulein Riefenstahl.

SOLDADO ALEMÁN

Pero admira al director Pabst, ¿verdad? Por eso ha puesto su nombre en la

marquesina.

Shoshanna baja de la escalera y se queda delante del soldado alemán.

SHOSHANNA

Soy francesa. Aquí respetamos a los directores de nuestro país.

SOLDADO ALEMÁN

Y, al parecer, también a los alemanes.

SHOSHANNA

También a los alemanes. Gracias por su ayuda, soldado. Adieu.

Se gira para volver al interior.

SOLDADO ALEMÁN

¿Ya ha acabado?

SHOSHANNA

Terminaré por la mañana.

Abre la puerta para entrar.

SOLDADO ALEMÁN

¿Le puedo preguntar cómo se llama?

SHOSHANNA

¿Quieres ver mi documentación?

Le tiende su documentación perfectamente falsificada.

Obviamente, esto no es lo que él quería, pero la coge de todas formas para leer el

nombre de ella.

SOLDADO ALEMÁN

Emmanuelle Mimieux. Es un nombre realmente precioso.

SHOSHANNA

Merci. ¿Ha terminado con mi documentación?

Él se la devuelve.

SOLDADO ALEMÁN

Mademoiselle… Me llamo Fredrick Zoller.

Ella no responde.

SOLDADO ALEMÁN

Ha sido un placer charlar con alguien a quien le gusta el cine tanto como a mí.

Felices sueños, mademoiselle.

Le hace un pequeño saludo y se pierde en la oscuridad de otra noche de toque de

queda.

Ella se queda mirándolo. No lo dejó entrever, pero de alguna manera sintió algo por

él. Al fin y al cabo, para un verdadero amante del cine, es difícil odiar a alguien

que… CINEMA MON AMOUR.

EXTERIOR. AZOTEA DEL CINE. NOCHE.

Shoshanna en la azotea de su cine, bien entrada la noche, enciende un cigarrillo.

Mientras da la primera calada, recuerda una voz.

INSERTO

MADAME MIMIEUX, Shoshanna, más joven, y Marcel, el proyeccionista negro, en

la cabina de proyección. Shoshanna enciende un cigarrillo y Madame Mimieux le da

una FUERTE BOFETADA, que hace que el cigarrillo se le caiga de la boca. Marcel

lo APAGA rápidamente con el pie.

MADAME MIMIEUX

Si te vuelvo a ver encendiendo un cigarrillo en mi cine, te entregaré a los nazis,

¿me has entendido?

Shoshanna se queda sobrecogida por la amenaza.

SHOSHANNA

Oui, Madame.

MADAME MIMIEUX

Solo por encender fuego en mi cine mereces algo mucho peor que ser metida en

el vagón nazi de los judíos.

¿Sabe tu cabeza de chorlito cuál es la principal prioridad del dueño de un cine?

Evitar que el puto local arda hasta los cimientos,

¡esa es!

Tengo en mi colección más de trescientas cincuenta películas de treinta y cinco

milímetros en copias de nitrato, que no solo son inmensamente inflamables sino

también extremadamente inestables. Y si se les prendiera fuego arderían tres

veces más rápido que el papel. Si eso ocurriera… ¡POOOF!… se acabó; no

quedaría ni cine ni nada, y todos los que estuvieran dentro morirían abrasados. Si

te vuelvo a ver encendiendo fuego en mi cine, no te entregaré, te mataré yo

misma. Y los putos nazis me darán un pase para el toque de queda.

¿Me has entendido?

SHOSHANNA

Oui, Madame.

MADAME MIMIEUX

¿No me crees?

SHOSHANNA

Oui, Madame.

MADAME MIMIEUX

Más te vale.

VUELTA A LA AZOTEA

Shoshanna exhala humo del cigarrillo.

Marcel aparece en la azotea.

MARCEL

¿Te pasa algo?

SHOSHANNA

Ni siquiera en la azotea me puedo fumar un cigarrillo sin oír la voz de Madame

chillándome. Por eso lo hago, para oír otra vez la voz de Madame.

MARCEL

Ambos la echamos de menos.

SHOSHANNA

Lo sé. No me pasa nada, cariño. Me iré a la cama pronto.

Marcel vuelve al interior. Shoshanna sigue fumando.

INTERIOR. RESTAURANTE FRANCÉS. TARDE.

Shoshanna está en el fondo de un restaurante francés, leyendo un libro, «El Santo en

Nueva York» de Leslie Charteris, mientras toma vino. Entonces entra el joven

soldado alemán del otro día, FREDRICK ZOLLER. Pide una cerveza y ve a la chica

francesa, sentada al fondo. Sonríe y se dirige hacia ella. «Oh, no; otra vez el tipo

ese», piensa ella.

Una vez más, hablan en FRANCÉS SUBTITULADO en CASTELLANO.

FREDRICK

¿Te importa si me siento?

SHOSHANNA

Escucha, Fredrick…

FREDRICK

(sonriendo)

… ¿Te acuerdas de mi nombre?

SHOSHANNA

Sí… Escucha, me pareces un tipo bastante simpático…

FREDRICK

… Merci.

SHOSHANNA

De nada… pero, aun así, quiero que dejes de acosarme.

FREDRICK

Discúlpeme, mademoiselle. No era mi intención acosarla. Solo trataba de ser

cordial.

SHOSHANNA

No quiero ser tu amiga.

FREDRICK

¿Por qué no?

SHOSHANNA

Deja de portarte como un crío. Ya sabes por qué.

FREDRICK

Soy algo más que un uniforme.

SHOSHANNA

No para mí. Si tan desesperado estás por encontrar una novia francesa, ¿por qué

no pruebas en Vichy?

En aquel mismo momento, entran DOS SOLDADOS ALEMANES, evidentemente

muy impresionados con Fredrick. Se ponen a hablar alborotadamente sobre él, en

ALEMÁN SIN SUBTITULAR, lo cual no entiende Shoshanna ni los espectadores no

germanoparlantes que estén viendo la película.

Fredrick les firma unos autógrafos, les estrecha la mano y los soldados se van.

Shoshanna frunce el ceño.

SHOSHANNA

¿Quién eres?

FREDRICK

Pensaba que era solo un uniforme.

SHOSHANNA

No eres un simple soldado alemán. ¿Eres el hijo de alguien?

FREDRICK

La mayoría de soldados alemanes somos hijos de alguien.

SHOSHANNA

Sí, pero tú no eres cualquiera. ¿Quién eres? ¿El sobrino de Hitler?

Fredrick se inclina sobre la mesa; ella se inclina también, y él dice:

FREDRICK

Sí.

SHOSHANNA

¿De verdad?

FREDRICK

No, la verdad es que no. Solo te estaba tomando el pelo.

Ella se echa hacia atrás, molesta.

SHOSHANNA

Entonces, ¿de qué se trata? ¿Eres acaso una estrella de cine alemán?

FREDRICK

No exactamente.

SHOSHANNA

¡Psé! ¿Qué significa «no exactamente»?

Te he preguntado si eras una estrella de cine, y la respuesta a esa pregunta solo

puede ser sí o no.

Fredrick se ríe con esta última frase.

FREDRICK

Lo que acabas de decir me ha recordado a mi hermana.

Eso pilla desprevenida a Shoshanna.

FREDRICK

En mi familia somos yo y seis hermanas.

El negocio familiar es una sala de cine en Munich.

Verte llevando tu cine me hace pensar en ellas. En mi hermana Helga, en especial.

Fue ella quien me crió cuando mi padre no estaba para hacerlo. La admiro mucho.

Te gustaría, y ella no lleva un uniforme alemán.

SHOSHANNA

¿Helga te crió?

FREDRICK

Y a todas mis hermanas. Yo era el pequeño, pero Helga era la más mandona.

SHOSHANNA

¿Y tus padres?

FREDRICK

Mi madre murió y mi padre era un fracasado. El lema de mi padre era: «Si no lo

consigues a la primera, déjalo». El día que se largó, ¡buen viaje y hasta nunca!

Todo lo que necesito son mis hermanas. Por eso me gusta tu cine.

Me hace sentir más cerca de ellas y añoranza al mismo tiempo.

SHOSHANNA

¿Vuestro cine sigue funcionando?

FREDRICK

Oui.

SHOSHANNA

¿Cómo se llama?

FREDRICK

Kino Haus.

SHOSHANNA

¿Y que tal funciona durante la guerra?

FREDRICK

La verdad es que, en Alemania, la asistencia de espectadores ha subido.

SHOSHANNA

Sin duda, no tenéis que trabajar con toque de queda.

FREDRICK

¿Llenas la sala a menudo?

SHOSHANNA

¡Psé! La última vez fue antes de la guerra.

FREDRICK

Entonces, si consiguieras presentar un gran evento, ¿te ayudaría?

SHOSHANNA

Por supuesto, pero eso no va a ocurrir.

DOS SOLDADOS ALEMANES MÁS, junto con DOS AMIGAS FRANCESAS, se

acercan a la mesa. Le piden un autógrafo a Fredrick, que se los firma. Una de los dos

chicas francesas dice, EN FRANCÉS: «Qué emocionante es conocer a un auténtico

héroe de guerra alemán». Shoshanna lo oye. El grupo se va. Así que se trata de eso,

piensa ella.

SHOSHANNA

¿Así que eres un héroe de guerra? ¿Por qué no me lo contaste?

FREDRICK

Todo el mundo lo sabe, me gustaba que tú no lo supieras.

SHOSHANNA

¿Qué hiciste?

Fredrick toma un sorbo de cerveza.

FREDRICK

Soy el que más enemigos ha matado en la Segunda Guerra Mundial… hasta el

momento.

Os podéis jugar el culo a que eso atrae la atención de Shoshanna.

SHOSHANNA

¡Uau!

FREDRICK

Estaba solo en el campanario de una ciudad amurallada de Rusia. Yo solo y mil

cartuchos de munición, en un nido de pájaros, contra trescientos soldados rusos.

SHOSHANNA

¿Qué es un nido de pájaros?

FREDRICK

Un nido de pájaros es lo que para un francotirador es un campanario. Una

estructura alta con un ángulo de visión de trescientos sesenta grados. Algo muy

ventajoso para un tirador.

SHOSHANNA

¿A cuántos rusos mataste?

FREDRICK

A sesenta y ocho…

(pausa)

… el primer día. A ciento cincuenta, el segundo día. A treinta y dos, el tercer día.

Al cuarto día abandonaron la ciudad.

Naturalmente, mi historia bélica despertó mucho interés en Alemania, por eso

todo el mundo me conoce. Me llaman el sargento York alemán.

SHOSHANNA

Quizá hagan una película sobre tus hazañas.

FREDRICK

Bueno, eso es justo lo que Joseph Goebbels pensó. Así que lo hizo. Se llama «El

orgullo de la nación», y ¿sabes qué?, me pidieron que la interpretara yo. Hay

pósters anunciándola en los quioscos de todo París. Esa es otra razón para tanto

interés.

SHOSHANNA

¿«El orgullo de la nación» trata de ti? ¿Tú eres el protagonista de «El orgullo de

la nación»?

FREDRICK

Ya sé, parece cómico, ¿eh?

SHOSHANNA

No tan cómico. ¿Y qué estás haciendo en París?

¿Disfrutar de un descanso?

FREDRICK

Apenas. He estado haciendo publicidad, haciéndome fotos con diversas

eminencias alemanas, visitando tropas, ese tipo de cosas. Goebbels quiere que la

película se estrene en París, así que he estado ayudando en los preparativos.

Joseph tiene mucho interés en esta película. Le está diciendo a todo el que quiera

escuchar que cuando se estrene «El orgullo de la nación» yo seré el Van Johnson

alemán.

Shoshanna está muy lejos de sentir ningún afecto por el joven alemán. Aun así, sus

hazañas y sus atractivas maneras no dejan de impresionarla. Pero su forma de

referirse a Goebbels como «Joseph», como si fueran amigos, es más que suficiente

para que ella se dé cuenta de la situación. Este joven alemán significa problemas con

mayúsculas, y lo que a ella le hace falta es mantenerse apartada de él.

De repente ella se levanta y dice:

SHOSHANNA

Bien, buena suerte con el estreno, soldado. Espero que os vaya todo bien a ti y a

Joseph. Au revoir.

Y, sin más, desaparece, dejando plantado al perplejo soldado.

EXTERIOR. MARQUESINA DEL CINE. DE DÍA.

Es el día siguiente.

Shoshanna y Marcel están cambiando las letras de la marquesina.

Marcel se excusa para ir al baño.

Shoshanna se queda sola en el exterior del pequeño cine, subida en lo alto de la

escalera de mano.

ENTONCES…

… UN GRAN SEDÁN NAZI DE COLOR NEGRO se detiene delante del pequeño

cine.

UN COMANDANTE ALEMÁN, con uniforme negro de la Gestapo, sale de la parte

de atrás del sedán.

El CHÓFER, un soldado alemán, sale también.

Grita a la jovencita subida en la escalera:

Tanto el ALEMÁN como el FRANCÉS serán SUBTITULADOS al CASTELLANO.

COMANDANTE DE LA GESTAPO

¿Mademoiselle Mimieux?

SHOSHANNA

Oui?

El comandante ordena en alemán al chófer que le pregunte a la chica en francés:

COMANDANTE DE LA GESTAPO

Pregúntale si es la dueña del cine.

En francés, el chófer le pregunta a Shoshanna:

CHÓFER

¿Es usted la dueña del cine?

SHOSHANNA

Oui.

COMANDANTE DE LA GESTAPO

Dile que baje.

CHÓFER

Baje, por favor.

Shoshanna baja de la escalera.

El chófer le abre la puerta trasera del sedán, haciéndole señas para que entre.

SHOSHANNA

No lo entiendo. ¿Qué he hecho?

CHÓFER

(al comandante)

Quiere saber qué es lo que ha hecho.

COMANDANTE DE LA GESTAPO

¿Quién dice que haya hecho algo?

CHÓFER

¿Quién dice que haya usted hecho algo?

Entonces, haciendo su mejor imitación de las maneras arrogantes de madame

Mimieux…

SHOSHANNA

Entonces exijo saber qué significa todo esto y adónde me piensan llevar.

El chófer empieza a traducir, pero el comandante de la Gestapo levanta la mano en

señal de que no se moleste en continuar.

El comandante se queda mirando a la joven francesa y le dice en alemán:

COMANDANTE DE LA GESTAPO

Mueve el culo y súbete al coche.

No hace falta traducción. Ella se mete en la parte trasera del coche, seguida de los

alemanes. El sedán se pone en marcha.

INTERIOR. SEDÁN (EN MARCHA). DE DÍA.

El sedán nazi circula por las calles de París, a primera hora de la tarde.

MANTENEMOS A SHOSHANNA EN PRIMER PLANO CERRADO

durante todo el trayecto, sin mostrar en ningún momento al opresor nazi que va detrás

de ella. Nos concentramos en su cara, que trata de no revelar nada.

El sedán se detiene.

Se abre la puerta del coche y el chófer le tiende la mano a Shoshanna.

EXTERIOR/INTERIOR MAXIM’S (FAMOSO CAFÉ DE PARÍS). DE DÍA.

Shoshanna sale del coche y es conducida al interior de un café de París con el oficial

de la Gestapo. La joven judía tarda un poco en darse cuenta de que no la llevan a una

sala de interrogatorios de la Gestapo, ni a un vagón de tren, ni a un campo de

concentración, sino a almorzar.

La mejor mesa de Maxim’s. Sentados a su alrededor hay tres personas y dos perros:

el ministro de Propaganda alemán y número dos del Tercer Reich de Hitler, JOSEPH

GOEBBELS; su intérprete de francés (y amante), FRANCESCA MONDINO, y el

joven soldado Zoller; DOS CANICHES FRANCESES DE COLOR NEGRO, que

pertenecen a mademoiselle Mondino, están sentados uno junto al otro en otra silla

ante la mesa.

Nos sumamos a ellos, a media conversación:

Hablan todos ALEMÁN, SUBTITULADO en CASTELLANO:

GOEBBELS

Solo la prole de los esclavos permite a América ser atléticamente competitiva. La

medalla de oro olímpica americana puede medirse en sudor negro.

Shoshanna es conducida por el comedor francés por el comandante de la Gestapo. El

soldado Zoller la ve y se pone en pie, se excusa y la saluda antes de que llegue a la

mesa.

Fredrick dice en francés, SUBTITULADO EN ESPAÑOL:

FREDRICK

Qué bien que haya venido. No estaba seguro de si aceptaría mi invitación.

SHOSHANNA

¿Invitación?

ENTONCES…

… La voz de Goebbels dice, FUERA DE CUADRO:

GOEBBELS (VOZ EN OFF)

¿Es esta la joven en cuestión, Fredrick?

El soldado Zoller se gira hacia Goebbels, coge a Shoshanna del brazo, y la conduce

hacia él.

FREDRICK

Así, es, herr Goebbels. Emmanuelle, aquí hay alguien a quien le quiero presentar.

Joseph Goebbels, que se queda sentado, levanta la vista hacia la joven francesa y la

examina mientras se mete en la boca una cucharada de «crème brûlée».

El entusiasmado Fredrick presenta ceremoniosamente a Shoshanna al ministro de

propaganda.

FREDRICK

Emmanuelle Mimieux, tengo el gusto de presentarle al ministro de Propaganda, el

director de toda la industria cinematográfica alemana y, ahora que soy un actor, a

mi jefe, Joseph Goebbels.

Goebbels le tiende a Shoshanna una mano de largos dedos que recuerdan a una araña.

Shoshanna se la estrecha.

GOEBBELS

Su reputación le precede, fräulein Mimieux.

Se gira hacia Francesca para que traduzca, pero esta se acaba de meter en la boca un

gran pedazo de tiramisú.

Todos se echan a reír.

Fredrick interviene…

FREDRICK

Y, por lo general, esta es la intérprete de francés de herr Goebbels, mademoiselle

Francesca Mondino.

FRANCESCA

Levanta la mirada hacia Shoshanna.

La VOZ DEL NARRADOR aparece en la banda sonora:

NARRADOR (VOZ EN OFF)

Francesca Mondino es mucho más que la intérprete de francés de Goebbels.

Es también la actriz francesa favorita de Goebbels, que aparece en sus películas…

INSERTO

FRAGMENTO DE PELÍCULA

de una de las películas en blanco y negro producidas por Goebbels, interpretada por

Francesca.

Francesca, vestida de campesina francesa, con un JOVEN SOLDADO (DE

PELÍCULA) ALEMÁN.

Francesca habla en FRANCÉS SUBTITULADO al CASTELLANO:

FRANCESCA / CAMPESINA

Te amo, no lo puedo evitar. La patria o el corazón, ¿a cuál debo traicionar?

APARECE UN SUBTÍTULO debajo, con el título de la película:

«CONFLICTO SENTIMENTAL» (1943)

INSERTO

Francesca y Goebbels copulan en el tocador de ella, en una cama de terciopelo rojo.

NARRADOR (VOZ EN OFF)

Y la amante francesa favorita de Goebbels, actuando en la cama.

VEMOS UN FRAGMENTO BREVÍSIMO DE Goebbels FOLLÁNDOSE a

Francesca, que está A CUATRO PATAS.

FRANCESCA

(como una bestia)

¡Así! ¡Así! ¡Fóllame! ¡Lléname!

VUELTA A FRANCESCA,

que mira a Shoshanna.

FRANCESCA

Bonjour.

SHOSHANNA

Bonjour.

FREDRICK

Y ya conoce al comandante.

El oficial de la Gestapo se adelanta y le dice a Fredrick, en alemán:

COMANDANTE DE LA GESTAPO

La verdad es que no me he presentado.

(a Shoshanna)

Comandante Deiter Hellstrom de la Gestapo, para servirle, mademoiselle.

(entrechoca

los talones)

Por favor, permítame ofrecerle un asiento.

El comandante de la Gestapo saca una silla para que la joven dama se acomode.

Shoshanna se coloca en la posición más comprometida. Sentado a su derecha está el

soldado Zoller. A la izquierda tiene a los dos perros mimados de pelo rizado. El

comandante Hellstrom le sirve a Shoshanna una copa de vino tinto, de una pequeña

vasija que hay en la mesa.

COMANDANTE HELLSTROM

Pruebe el vino, mademoiselle, no está nada mal.

Goebbels la observa desde el otro lado de la mesa.

GOEBBELS

Bien, tengo que decir que ha causado usted una gran impresión en nuestro

muchacho.

Francesca traduce las palabras de Goebbels, en alemán, para Shoshanna.

GOEBBELS

Tengo que decir, fräulein, que debería estar más bien molesto con usted.

Francesca traduce.

GOEBBELS

He llegado a Francia con la intención de almorzar con mi estrella…

Francesca traduce…

GOEBBELS

Por lo poco que sé, se ha convertido en la comidilla a París y ahora apenas tiene

tiempo para mí.

Francesca traduce…

GOEBBELS

La gente espera durante horas, días a veces, para verme. Pero para el Führer o el

soldado Zoller tengo que esperar yo.

Francesca traduce…

GOEBBELS

Y cuando finalmente consigo una cita con el joven soldado, este se pasa el

almuerzo entero hablándome de usted y de su cine.

Francesca traduce…

GOEBBELS

Así que, fräulein Mimieux, entremos en materia.

El soldado Zoller interrumpe…

FREDRICK

Herr Goebbels, aún no he informado a mademoiselle Mimieux de nada.

GOEBBELS

A menos que la chica sea un poco tarda, estoy seguro de que ya se lo ha

imaginado. Al fin y al cabo, dirige un cine. Francesca, explicáselo.

Francesca se lo explica a Shoshanna, en francés:

FRANCESCA

Lo que tratan de explicarte, Emmanuelle, es que el soldado Zoller se ha pasado la

última hora de este almuerzo tratando de convencer a monsieur Goebbels de que

abandone los planes previos para el estreno de la película del soldado Zoller, y de

que cambie el lugar de presentación a tu sala.

Zoller reacciona.

FRANCESCA

(en FRANCÉS, a Zoller)

¿Qué?

FREDRICK

Quería contárselo yo.

FRANCESCA

Mierda. Discúlpeme, soldado. Claro que sí.

GOEBBELS

(en ALEMÁN, a Francesca)

¿Cuál es el problema?

FRANCESCA

El joven soldado quería informar a la mademoiselle personalmente.

GOEBBELS

Tonterías. Hasta que no le haga unas cuantas preguntas, no tiene nada de qué

informar.

Que conste en acta que aún no he accedido a un cambio de local.

COMANDANTE HELLSTROM

Se hace constar.

Goebbels le habla en alemán a Shoshanna:

GOEBBELS

¿Dispone de palcos?

SHOSHANNA

Oui.

GOEBBELS

¿Cuántos hay?

SHOSHANNA

Tres.

GOEBBELS

Sería mejor que fuera más. ¿Cuántas butacas tiene su auditorio?

SHOSHANNA

Trescientas cincuenta.

GOEBBELS

Eso son casi cuatrocientas menos que en el Ritz.

Fredrick interrumpe…

FREDRICK

Pero herr Goebbels, eso no es tan importante. Usted mismo dijo que no quería

darle el gusto, a todos los burgueses hipócritas franceses, de ocupar espacio para

ganarse algún favor. Con menos asientos el evento será más exclusivo. Usted no

trata de llenar la sala, y ya se están peleando por un sitio.

Además, ¡al diablo con los franceses!

Será una noche alemana, un acontecimiento alemán, una celebración alemana.

Será una noche para usted, para mí, para el ejército alemán, para el alto mando y

para nuestras familias y amigos. Solo se debería permitir la entrada a los que se

van a emocionar con las hazañas que se verán en la pantalla.

Goebbels escucha en silencio y luego, tras una breve pausa:

GOEBBELS

Veo que tu habilidad en oratoria ha mejorado. Al parecer, he creado un monstruo.

Un monstruo excepcionalmente persuasivo. Cuando acabe la guerra, te espera una

carrera en política.

La mesa entera suelta unas risitas.

GOEBBELS

Bien, soldado, aunque es cierto que tiendo a concederte cualquier capricho, antes

de que pueda decir sí o no tengo que ver una película en el cine de esta joven

dama.

(a Shoshanna)

Entonces, jovencita, va a cerrar usted su cine esta noche y tendremos una

proyección privada.

Francesca traduce…

GOEBBELS

¿Qué películas alemanas tiene?

Francesca se lo pregunta…

SHOSHANNA

En mi cine, en la noche alemana, se suelen ver clásicos alemanes.

Francesca traduce…

GOEBBELS

¿Y por qué no mis películas?

Francesca se lo pregunta…

SHOSHANNA

Mi cine atrae a un público alemán de más edad, que aprecia la nostalgia de los

viejos tiempos.

Francesca traduce…

GOEBBELS

Bobadas, fräulein. Nosotros, los alemanes, miramos hacia el futuro, no hacia el

pasado. Esa era del cine alemán está muerta. El cine alemán que estoy creando,

no solo será el cine de Europa, sino la única alternativa que le quedará al mundo

ante la degenerada influencia judía de Hollywood.

Fredrick interrumpe…

FREDRICK

Además de ser dueña de un cine, Emmanuelle es una excelente crítica de cine.

Fredrick echa una risita, pero solo él.

GOEBBELS

Ah, «Chicos con ventura», «Chicos con ventura»…

Después de todo, es mi producción más amena. No solo eso; no me extrañaría que

dentro de sesenta años «Chicos con ventura» sea la película por la que yo seré

más recordado.

Ya sé que no parece así ahora, pero esperen y verán.

Muy bien, haré que envíen una copia de la película al cine de la fräulein.

Esta noche proyectaremos «Chicos con ventura».

Mientras Francesca le traduce eso a Shoshanna

… de repente, en la silla vacía junto a la joven judía, aparecen los bajos de un

uniforme gris, de oficial de las SS.

GOEBBELS

Ah, Landa, aquí le tenemos. Esta es la joven en cuestión.

El oficial de las SS se sienta y resulta ser nuestro viejo amigo de la escena inicial, el

CORONEL HANS LANDA.

FREDRICK

Emmanuelle, este es el coronel Hans Landa de las SS. Se encargará de la

seguridad en el estreno.

PRIMER PLANO DE SHOSHANNA

Una bomba cae y le explota en la cara. Pero si revela cualquier turbación su historia

de guerra acabará aquí.

El OFICIAL DE LAS SS

que asesinó a la familia de Shoshanna, le coge la mano, se la besa y dice en perfecto

francés:

CORONEL LANDA

Encantado, mademoiselle.

COMANDANTE HELLSTROM

Más conocido como el Cazador de Judíos.

Toda la mesa se echa a reír.

GOEBBELS

Ah, Francesca, ¿qué fue aquello tan gracioso que el Führer dijo de Hans?

FRANCESCA

¿Qué dijo?

GOEBBELS

Ya sabes, tú estabas allí, el Führer dijo algo muy gracioso sobre Hans… ¿Algo

sobre un cerdo?

Francesca lo recuerda.

FRANCESCA

Ah, sí, claro.

Lo repite con un susurro en la oreja de Goebbels.

GOEBBELS

Claro, por supuesto, era eso. El Führer dijo que no le sorprendería que Hans

descubriera judíos igual que un cerdo de corral que busca trufas.

FRANCESCA

Eso es lo que necesitamos, cerdos que sepan descubrir judíos.

CORONEL LANDA

¿Quién necesita un cerdo si me tenéis a mí?

Una sonora risotada resuena por toda la mesa.

GOEBBELS

¿Tienes algún compromiso esta noche?

CORONEL LANDA

La verdad es que sí.

GOEBBELS

Cancélalo. Esta noche nos vamos todos al cine de la fräulein a ver «Chicos con

ventura».

CORONEL LANDA

Magnífico.

Entonces, la compañera del ministro del Reich, mademoiselle Mondino, interrumpe:

FRANCESCA

Y ahora tengo que llevar al ministro del Reich, Goebbels, a su siguiente cita.

GOEBBELS

¡Negrera! ¡Negrera francesa!

Todos ríen.

Empiezan todos a levantarse de la mesa…

Francesca recoge a los estúpidos perros…

El coronel Landa se levanta y dice:

CORONEL LANDA

Ahora, como jefe de seguridad de tan fausto acontecimiento alemán, me temo que

tengo que mantener una charla con mademoiselle Mimieux.

Los ojos de mademoiselle Mimieux van hacia el soldado Zoller, que contesta:

FREDRICK

¿Qué tipo de charla?

CORONEL LANDA

¿Ha sonado eso sospechosamente como si un soldado cuestionara las órdenes de

un coronel? ¿O es mi susceptibilidad?

FREDRICK

Nada más lejos de la realidad, coronel. Su autoridad está fuera de duda. Pero su

reputación le precede.

¿Tiene mademoiselle Mimieux, o yo mismo, algún motivo para inquietarse?

GOEBBELS

Hans, el chico no tiene ninguna mala intención, solo está enamorado. Y tiene

razón. Tu reputación te precede.

Todos se ríen a carcajadas. El ministro del Reich y su séquito se abren camino hacia

la parte frontal del café, con los dos estúpidos perros delante, atados con una correa.

CORONEL LANDA

No hay motivo para que se inquieten, ninguno de los dos.

Como jefe de seguridad, simplemente necesito tener una charla con la propietaria

del posible nuevo local.

FREDRICK

Esperaba poder acompañar a mademoiselle Mimieux de vuelta a su cine.

GOEBBELS

¡Tonterías! Ya habrá ocasión de tomar helado y pasear junto al Sena. Ahora

mismo, permítele al coronel Landa que haga su trabajo.

Todo el mundo se despide.

El coronel Landa le ofrece a la joven judía camuflada un asiento en una mesita del

patio exterior de Maxim’s.

La fluidez y la capacidad poética del francés del Cazador de Judíos de las SS, revela

al público que su pretendida torpeza con el francés al hablar con monsieur LaPadite

en la primera escena de la película era simplemente un método de interrogación.

Hablan en FRANCÉS SUBTITULADO en CASTELLANO:

CORONEL LANDA

¿Ha probado la tarta de manzana que tienen aquí?

SHOSHANNA

No.

CORONEL LANDA

No está del todo mal. Entonces, ¿cómo se conocieron usted y el joven soldado?

Ella está a punto de contestar, cuando se acerca un CAMARERO.

CORONEL LANDA

Sí, dos tartas de manzana, una para mí y otra para la mademoiselle. Una taza de

café exprés con un poco de leche caliente al lado.

Para la mademoiselle, un vaso de leche.

Teniendo en cuenta que Shoshanna se crió en una granja lechera y que la última vez

que estuvo en una granja lechera la persona con quien se va a comer una tarta asesinó

a toda su familia, el hecho de que él pida un vaso de leche para ella es cuando

menos… desconcertante.

La clave del poder del coronel Landa, o de su encanto, según sea el bando en que uno

esté, reside en su habilidad de convencerte de que conoce todos tus secretos.

El camarero se va.

CORONEL LANDA

Entonces, mademoiselle, me iba a contar…

SHOSHANNA

(Con ansiedad)

Hasta hace un par de días, yo no conocía al soldado Zoller ni sabía nada de sus

hazañas. Para mí, el soldado era simplemente un cliente más de mi cine.

Hablamos unas pocas veces, pero…

CORONEL LANDA

… Mademoiselle, permítame que la interrumpa.

Es una simple formalidad, no tiene ninguna razón para inquietarse.

Llega la tarta.

El coronel la mira y le dice al camarero:

CORONEL LANDA

Disculpe, me olvidé de pedir nata fresca.

CAMARERO

Ahora mismo, señor.

El camarero se va.

CORONEL LANDA

(Refiriéndose a la tarta de manzana)

Espere a que llegue la nata.

(Vuelve al asunto)

Entonces, Emmanuelle… ¿puedo llamarla Emmanuelle?

SHOSHANNA

Oui.

CORONEL LANDA

Entonces, Emmanuelle, cuénteme, ¿qué pasó para que una jovencita como usted

se convirtiera en dueña de un cine?

El camarero regresa y baña con nata fresca las dos tartas de manzana.

El coronel de las SS observa a su compañera de mesa y, cogiendo el tenedor, dice:

CORONEL LANDA

Usted primero.

Shoshanna toma un bocado de tarta con nata montada y Landa hace lo mismo,

después de ella.

CORONEL LANDA

(Con la boca llena de tarta)

¿Hemos triunfado?

Shoshanna, con la boca llena de tarta, hace señal de aprobación.

CORONEL LANDA

Tal como le dije, no está del todo mal.

(Vuelve al asunto)

Entonces, me estaba contando cómo se convirtió en propietaria de su cine.

SHOSHANNA

En su origen, el cine perteneció a mis tíos…

El coronel Landa saca de su bolsillo un librito negro.

CORONEL LANDA

¿Cuáles son sus nombres?

SHOSHANNA

Jean-Pierre y Ada Mimieux.

Landa apunta los nombres en su librito.

CORONEL LANDA

¿Dónde están ahora?

SHOSHANNA

Mi tío murió en la guerra relámpago.

CORONEL LANDA

Una lástima… Continúe.

SHOSHANNA

La tía Ada falleció de una calentura, la primavera pasada.

CORONEL LANDA

Lo lamento.

(Pausa

respetuosa)

Me han informado de que tiene usted un empleado negro, ¿es eso cierto?

SHOSHANNA

Sí. Es francés, su nombre es Marcel y trabajó con mis tíos desde que abrieron el

cine.

Es la única otra persona que trabaja conmigo.

CORONEL LANDA

¿En qué?

SHOSHANNA

Es el proyeccionista.

CORONEL LANDA

¿Es competente?

SHOSHANNA

Es el mejor.

CORONEL LANDA

La verdad es que ese podría ser un buen oficio para ellos. ¿Sabe usted manejar los

proyectores?

SHOSHANNA

Por supuesto que sí.

CORONEL LANDA

Conociendo como conozco al ministro del Reich, estoy seguro de que no querrá

que el éxito o el fracaso de tan ilustre velada dependa de la habilidad de un negro.

Así que, en el caso de que celebremos el acontecimiento en su local, con todo el

talento que su negro pueda tener, manejará usted los proyectores. ¿Aceptaría

hacerlo?

Como si le quedara otra opción…

SHOSHANNA

Oui.

El coronel Landa toma otro bocado de tarta; Shoshanna hace lo mismo.

CORONEL LANDA

¿Parece entonces que nuestro joven héroe está más bien prendado de usted?

SHOSHANNA

Lo que el soldado Zoller siente por mí no es de carácter romántico.

CORONEL LANDA

¿Mademoiselle…?

SHOSHANNA

Coronel, sus sentimientos no son románticos.

Yo le recuerdo a su hermana.

CORONEL LANDA

Eso no significa que sus sentimientos no sean románticos.

SHOSHANNA

Yo le recuerdo a la hermana que lo crió.

CORONEL LANDA

Suena más y más romántico cada minuto que pasa.

Landa saca una magnífica pitillera con un LOGO de las SS. Saca un cigarrillo, lo

enciende con un lujoso mechero de oro, también de las SS. Ofrece uno a Shoshanna.

CORONEL LANDA

¿Un cigarrillo?

SHOSHANNA

No, gracias.

CORONEL LANDA

¿Usted no fuma?

SHOSHANNA

Sí.

CORONEL LANDA

Entonces insisto, tiene que probar uno.

No son franceses, son alemanes.

Espero que no sea nacionalista con el tabaco. Para mí, los cigarrillos franceses

son un crimen contra la nicotina.

Shoshanna coge uno pero no hace gesto de encenderlo.

El coronel da una profunda calada y dice:

CORONEL LANDA

Había algo más que le quería preguntar, pero ahora mismo no consigo acordarme.

Bueno, no debía de ser demasiado importante.

El coronel Landa se levanta, deja unos francos sobre la mesa, se pone la gorra gris de

las SS, saluda a Shoshanna tocándose la visera con el dedo y dice:

CORONEL LANDA

La veré esta noche, entonces.

Entonces, desaparece.

Shoshanna da un suspiro de alivio.

La CÁMARA empieza a bajar lentamente desde un PRIMER PLANO MEDIO hasta

los tobillos y pies de Shoshanna y el suelo. Vemos sus zapatos en un charco de orina.

Durante la conversación y mientras se comía la tarta con el hombre que exterminó a

su familia entera, Shoshanna se ha meado encima.

Shoshanna arroja el cigarrillo alemán en el charco de orina, a sus pies.

INTERIOR. SALA DE CINE. NOCHE.

En la PANTALLA

vemos la comedia de enredo alemana «CHICOS CON VENTURA».

FUERA DE CUADRO oímos risas provocadas por las payasadas arias en la pantalla.

PRIMER PLANO de GOEBBELS

mirando la pantalla, deleitándose con su execrable ingenio.

PRIMER PLANO de FRANCESCA

riéndose con la comedia, con la mano tapándose la boca.

PRIMER PLANO de DOS CANICHES NEGROS

jadeando con la mirada puesta en la pantalla.

PRIMER PLANO del COMANDANTE HELLSTROM

sonriendo mientras se fuma un cigarrillo alemán.

PRIMER PLANO del CORONEL LANDA

fumando un cigarrillo alemán, entretenido.

PRIMER PLANO de FREDRICK ZOLLER

divirtiéndose de verdad.

PRIMER PLANO de SHOSHANNA

mirando la pantalla.

EL NARRADOR LITERARIO aparece en la banda sonora.

NARRADOR (VOZ EN OFF)

Mientras Shoshanna finge divertirse con las payasadas arias de «Chicos con

ventura» de Goebbels, copiada de Frank Capra, le viene de repente una idea a la cabeza.

Vemos cierta turbación en su expresión.

NARRADOR (VOZ EN OFF)

¿Qué pasaría si esta noche, accidentalmente, el cine ardiera? El Tercer Reich

perdería a su ministro de Propaganda, a su héroe nacional y a su cazador de judíos

más célebre, a todos de golpe.

Shoshanna se ríe entre dientes con esa idea, aunque parezca que se está riendo con la

comedia alemana.

NARRADOR (VOZ EN OFF)

Pero entonces esa idea…

… conduce a Shoshanna a otra idea alocada.

La idea ilumina su cara. Y Shoshanna rompe a reír.

Zoller la mira. Feliz.

Ella está disfrutando de la película.

PANTALLA

Aparece el rótulo que anuncia el «FIN» de «Chicos con ventura».

El repertorio de granujas nazis, y Shoshanna, aplauden la película.

Se encienden las luces.

Goebbels recibe felicitaciones mientras todos se levantan y empiezan a desfilar hacia

el vestíbulo.

NARRADOR (VOZ EN OFF)

La proyección de «Chicos con ventura» fue un éxito total. Y herr Goebbels aceptó

cambiar la velada al cine de Shoshanna. No solamente eso, sino que, en un

momento de inspiración, herr Goebbels tuvo una idea.

Goebbels habla en ALEMÁN y Francesca traduce:

GOEBBELS

Tengo que decir que aprecio la sencillez de este auditorio. Su cine inspira respeto

en un sentido casi religioso, lo cual no significa que no podamos acicalar un poco

el local. En Versalles hay una extraordinaria lámpara de araña colgando del salón

de banquetes. La traeremos y la colgaremos en el mismo centro del techo del

auditorio. Además, pienso ir al Louvre para elegir unos cuantos desnudos griegos

y distribuirlos en el vestíbulo.

MONTAJE

en el que vemos una corta serie de planos que muestran cómo se realiza lo anterior.

Descuelgan la lámpara de araña del techo de Versalles.

Retiran las estatuas de desnudos griegos del Louvre en carretilla.

Un camión recorre la campiña francesa con la enorme lámpara de araña en la parte

trasera.

El vestíbulo del cine de Shoshanna está emperifollado de arriba abajo con iconografía

nazi. Los TRABAJADORES van de un lado a otro, ajetreados con la decoración. Las

estatuas griegas son colocadas en su sitio.

Vemos trabajadores tratando de izar, con gran dificultad, la enorme, pesada,

esplendorosa y frágil lámpara de araña en el auditorio de Shoshanna, el cual, en ese

momento, recuerda una de aquellas películas de serie B donde Tinto Brass fusiló «La

caída de los dioses» de Visconti.

SHOSHANNA

observa todo eso desde uno de los balcones y cabecea con incredulidad.

VUELTA A SHOSHANNA Y LOS NAZIS

en el vestíbulo, tras la proyección de «Chicos con ventura», Shoshanna acompaña en

silencio a los nazis a la puerta, mientras se van despidiendo unos de otros.

NARRADOR (VOZ EN OFF)

Esa noche, mientras abandonaban el pequeño cine francés, todos los alemanes

estaban muy felices…

Vemos al soldado Zoller, que se queda atrás para poder despedirse.

NARRADOR (VOZ EN OFF)

Ninguno tanto como Frederik Zoller.

Shoshanna le cierra la puerta. Se queda mirando cómo los nazis desaparecen en la

noche de París. Sus sombras, que aparecen por un momento en la pared, parecen

grotescas caricaturas nazis.

Los nazis se han ido.

Marcel, sentado en lo alto de la escalinata del vestíbulo, mira hacia abajo, a

Shoshanna.

Hablan en FRANCÉS SUBTITULADO en CASTELLANO:

MARCEL

¿Qué carajo se supone que vamos a hacer?

SHOSHANNA

Parece que vamos a tener un estreno nazi.

MARCEL

Como te decía, ¿qué carajo se supone que vamos a hacer?

SHOSHANNA

Tengo que hablar contigo de eso.

MARCEL

¿De qué?

SHOSHANNA

De esos puercos boches que nos han requisado el cine.

MARCEL

¿Y qué quieres hacer?

Shoshanna sube poco a poco por la escalinata, hacia Marcel.

Le hace separar las piernas y se sienta en el peldaño de debajo de él. Apoya la

espalda contra el pecho de Marcel, cuyos brazos descansan en los hombros de ella.

Shoshanna solamente ha tenido ese tipo de intimidad con Marcel.

SHOSHANNA

Pues mientras estaba viendo esa

(lo dice en inglés)

abominación Capra-corniana

(vuelve al francés)

tuve una idea.

MARCEL

No entiendo nada. ¿De qué estamos hablando?

SHOSHANNA

De llenar el cine con todos los nazis y todas sus putas y hacerlo arder hasta los

cimientos.

MARCEL

Yo no hablo de eso; eres tú quien habla de eso.

SHOSHANNA

Ahora mismo, estamos los dos hablando de eso. Si no necesitamos ayuda para

evitar que este lugar arda, tampoco la necesitamos para hacerlo arder.

MARCEL

Shoshanna…

SHOSHANNA

Espera, Marcel. Pongamos por caso que, por alguna razón, quisiéramos pegarle

fuego al cine. Entre los dos podríamos, materialmente, hacerlo, ¿no?

MARCEL

Oui, Shoshanna, podríamos hacerlo.

SHOSHANNA

Y con la colección de trescientas cincuenta copias de filmes de nitrato de madame

Mimieux, ni siquiera necesitaríamos explosivos, ¿verdad?

MARCEL

Querrás decir que no necesitaríamos más explosivos.

SHOSHANNA

Oui, eso es exactamente lo que quiero decir.

Shoshanna empieza a besarle las manos.

SHOSHANNA

Voy a quemar el cine durante la noche nazi.

Marcel introduce un dedo en la boca de Shoshanna.

SHOSHANNA

Y si voy a pegarle fuego al cine, que lo voy a hacer, ambos sabemos que no vas a

dejar que lo haga yo sola.

Shoshanna aprieta con fuerza la nuca contra Marcel mientras su mano acaricia, y

sujeta, el precioso cuello de ella.

SHOSHANNA

Porque me amas. Y yo te amo a ti.

Y eres la única persona en el mundo en la que puedo confiar.

Entonces ella se GIRA, y se pone a horcajadas sobre él y quedan cara a cara.

SHOSHANNA

Pero esto no será todo.

¿Funciona el equipo de rodaje que hay en el ático? Sé que la cámara funciona,

pero ¿sabes si va el magnetófono?

MARCEL

Muy bien, de hecho. La semana pasada grabé

a un guitarrista novel, que conocí en un café.

Funciona de maravilla. ¿Por qué necesitamos equipo de rodaje?

SHOSHANNA

Porque, Marcel, amor mío, vamos a hacer una película. Hecha expresamente para

los nazis.

Le da un beso francés profundo.

FUNDIDO A NEGRO

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