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Surgió una mariposa con un ala negra y la otra azul. Andaba

en el aire de la habitación; arriba de los estantes y roperos. No

se sabía si era sólo una. La niña más chica la pidió para antifaz. A

ratos, sus alas profusas, extendíanse lisas y límpidas.

Cuando se paró en el borde de mi taza, vi su belleza abrasadora;

daba pavor.

Mamá lloró todo el día; papá aprontó los revólveres y diversas

trampitas, que él mismo tejió, mas, nada tuvo efecto.


Al caer de la tarde resolvimos cerrar la casa y partir. Pero por

las sendas, la mariposa nos sobrevolaba, como una estrella de belén

oscura, como un coloreado asesino.

Hasta que se metió en mi cuello de nueve años, entre mis

venas, se entró en mi cabello.

Los demás ya no vieron nada o hicieron que no veían.

Yo fingí no darme cuenta.

Y la mariposa sigue bullendo.

A cada instante me visita.

 

 

 

Marosa di Giorgio

En todos los vestidos bordaban Nomeolvides, 2

La Edad Anaranjada

Colección Eve Roc

Fondo de Animal Editores

Guayaquil, Ecuador, 2012


 

 

 

 

 

 

 

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