versión modificada del poema Hacia el azul, de Vicente Aleixandre.
vicente aleixandre
pasión de la tierra
VII
hacia el azul
1928-1929 · 1935
poesía completa
edición de alejandro sanz
lumen
diciembre 2017
penguin random house
barcelona
hacia el azul
Sombras del sur, sombras aquí.
Venid todas las ruedas velocísimas y salvadme
del mar que va a caerme de las alas.
Si anteayer lloraba, hoy río, lo mismo que la
trompeta cuando cesa.
Cuando tú, tú, tú, tú, tú callas diciendo:
«No te quiero».
Dadme un vaso de nata o una afiladísima espada
con que yo parta en dos esta niebla que estoy
acariciando.
Hermosísima: eres tú, tú, no la superficie de metal,
no la garantía de soñar; sino solo un parpadeo sin tacto.
Olvidar es una palabra fácil: olvidar. Como quien dice:
«Qué día hermoso», o «Qué hora será cuando la lluvia»,
o «Dime el peso exacto de tu pena y te diré cómo
querrías llamarte».
El azul más extraño se desmorona y llora, llora en orden,
sin querer saber las noticias.
Azul es el caramelo y azul el llanto.
Azul la teoría de los vuelos, esa demostración
de cómo las faldas al girar se abren en redondo.
Ese rumor no es el de tu cuerpo; quiero ignorar el
número de estrellas.
El sol está próximo. En las aguas no hay fuego,
pero esa faz resplandeciente me atrae, porque quiero
abrasar mis pupilas, quiero conocer esa mariposa
de finos estambres, las más delicadas papilas
vibratorias.
Acaso el amor no puede quemarse.
Como un acero carnal se salvará su conciencia.
Labios de Dios, besadme, salvadme de mi insistencia,
de mi ceniza desmoronándose.
¡oh dulce viento de la estrella, oh azul envío, oh dulce
corazón que he perdido como un gran hueco de latido!
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