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william carlos williams

 

poesía reunida

 

-spanish edition

 

Penguin Random House

Grupo Editorial España

 

 

 

 

 

 

 

imagen clásica

 

 

 

Es una imagen clásica

las mujeres han exagerado siempre con su

pelo

(no habiendo tenido hermanas

nunca observé el proceso

tan íntimamente

como ahora); la razón no

está clara y

sin embargo reconozco

que una cabellera revuelta,

sin ser como un nido de serpientes,

resulta repulsiva

en una mujer.

Así que

ella exagera con su pelo

porque

ninguna mujer quiere ser repulsiva,

a menos

que quiera triunfar

y esté ansiosa,

¡ansiosa!,

como lo estaría un hombre:

toda ansia es repulsiva

y pone un feo gesto

en la cara.

Sus cabezas no son como las de los varones,

un ornamento

en sí mismas. Tienen otros

encantos que

no es preciso

enumerar. Bajo

sus vistosos tocados

merodea un espectro:

serpientes enroscadas

que pretenden ser cabellos.

 

 

El cerebro femenino

que puede ser muy agudo

está condenado,

igual que el de los poetas,

a hacer acopio de engaños

y a conducir al hombre

a la ruina.

Hay que mirar de cerca, sin embargo,

sus maniobras

y tratar de comprender, como ahora:

quizá pretendan decirnos

algo.

 

 

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classic picture

 

 

 

It is a classic picture,

women have always fussed with their hair

(having no sisters

I never watched the process

so intimately

as this time); the reason for it

is not clear—

tho’ I acknowledge,

an unkempt head of hair,

while not as repulsive as a nest of snakes,

is repulsive enough

in a woman.

Therefore

she fusses with her hair

for

a woman does not want to seem repulsive,

unless

to gain for herself

she be hungry,

hungry!

as would be a man

and all hunger is repulsive

and puts on

an ugly face.

Their heads are not made as a man’s,

an ornament

in itself. They have

other charms—

needless

to enumerate. Under

their ornate coiffures

lurks a specter, 

coiling snakes

doubling for tresses

 

A woman’s brains

which can be keen

are condemned,

like a poet’s,

to what deceptions she can muster

to lead men

to their ruin.

But look more deeply

into her maneuvers,

and puzzle as we will about them

they may mean

anything.

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