DE UNA EXPEDICIÓN

NO EFECTUADA AL HIMALAYA

AJA , ASÍ QUE ESTO ES EL HlMALAYA.

Montañas corriendo hacia la Luna.

El momento del despegue eternizado

en un cielo de pronto descosido.

Un desierto de nubes perforado.

Golpe en la nada.

Eco: blanca mudez.

Silencio.

Yeti, abajo es miércoles:

hay pan, abecedario,

dos y dos son cuatro

y la nieve se derrite.

Hay una manzana roja

partida en cruz.

Yeti, no sólo el crimen

es posible.

Yeti, no todas las palabras

condenan a muerte.

Heredamos la esperanza,

don del olvido.

Verás cómo parimos

en las ruinas.

Yeti, tenemos a Shakespeare.

Yeti, tocamos el violín.

Yeti, en la penumbra

encendemos la luz.

Aquí, ni Luna ni Tierra,

y se congelan las lágrimas.

¡Yeti, cuasiconejo lunar,

piénsalo bien y vuelve!

Así, entre cuatro paredes de avalanchas,

llamaba al Yeti y pataleaba,

para entrar en calor,

sobre las nieves

perpetuas.

Wislawa Szymborska

Poesía no completa

Llamando al Yeti, 1957

Edición y traducción de

Gerardo Beltrán, Abel A. Murcia

2ª edición

FCE, México, 2008


 

 

 

 

 

 

 

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