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wislawa
szymborska
prosas reunidas
ensayo general
MALPASO
traducción de
MANEL BELLMUNT SERRANO
1ª parte:
lecturas
no obligatorias
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profesores despistados
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Las anécdotas sobre los grandes hombres son una lectura reconfortante.
De acuerdo, pensará el lector, cierto es que no he descubierto el cloroformo,
pero al menos no era el peor estudiante de la escuela como Liebig.
Naturalmente no fui el primero en hallar la arsfenamina, pero al menos
no soy tan despistado como Ehrlich, quien se escribía cartas a sí mismo.
En cuestión de elementos, está claro que Mendeléyev me supera,
pero seguro que soy mucho más aseado y presentable que él por lo que
al pelo respecta.
¿Y he olvidado alguna vez presentarme en mi propia boda como Pasteur?
¿Acaso he cerrado alguna vez el azucarero con llave como Laplace para
que no lo utilizara mi mujer?
La verdad es que, comparados con ellos, todos nos sentimos un poco más
sensatos, mejor educados e, incluso, más magnánimos por lo que respecta
al día a día.
Además, la perspectiva del tiempo nos ha permitido saber qué científico
tenía razón y cuál estaba vergonzosamente equivocado.
¡Qué inofensivo nos parece hoy un tal Pettenhoffer! Fue un médico que
combatió de un modo vehemente los estudios sobre la acción patógena de
las bacterias. Cuando Koch descubrió la bacteria Vibrio cholerae, Pettenhoffer
se bebió una probeta entera llena de esos desagradables gérmenes durante
una demostración pública tratando de demostrar que los bacteriólogos,
con Koch a la cabeza, eran unos mitómanos peligrosos.
La singular grandeza de esta anécdota radica en el hecho de que no le pasó
nada a Pettenhoffer. Conservó su salud y hasta el último de sus días
pregonó burlonamente que tenía razón.
Por qué no enfermó continúa siendo un misterio para la medicina.
Pero no para la psicología. A veces aparecen personas con una resistencia
excepcionalmente vigorosa a los hechos evidentes.
¡Qué agradable y honroso es no ser como Pettenhoffer!
los científicos y sus anécdotas,
Wacław Gołebowicz, Varsovia, Wiedza Powszechna,
2. ª edición, 1968
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