nada en propiedad, todo prestado

 

 

 

Nada en propiedad, todo prestado.

Hundida en deudas hasta las orejas.

Tendré que pagar por mí

conmigo misma,

por la vida dar la vida.

 

Así estaba convenido:

el corazón, devolverlo,

el hígado, devolverlo

y dedo por dedo también.

 

Muy tarde para anular el contrato.

Me van a arrancar el pago

junto con toda la piel.

 

Voy por el mundo

entre una multitud de otros deudores.

Sobre unos pesa el apremio

de pagar los abonos de sus alas.

Otros, quiéranlo o no,

tendrán que declarar sus hojas.

 

En la columna del Debe,

todos nuestros tejidos.

Ni pestañas ni ramitas

que conservar para siempre.

El inventario es preciso

y todo parece indicar

que al final no tendremos nada.

 

Y no me puedo acordar

dónde, cuándo y para qué

permití que me abrieran

esta cuenta.

 

La protesta en contra

la llamamos alma.

Y eso es lo único

que no está en el inventario.

     

 

 

 

 

 

 

Szymborska, Wislawa

Poesía no completa

texto introd. de Elena Poniatowska ;

ed. y trad. de Gerardo Beltrán, Abel A. Murcia

2a ed.

México : FCE, 2008

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir