[ezcol_1quarter]          

Catulo 

Catulli Carmina

Texto, traducción y notas de

Rosario González Galicia

Mañana es Arte

Biblioteca Babab

Babab.com

Revisado Marzo 2002

Volumen nº7

2001 Rosario González Galicia

Madrid España

[/ezcol_1quarter] [ezcol_3quarter_end]

XCIX

Te robé, mientras jugabas, Juvencio, de miel, un besito más dulce que la

dulce ambrosía. Pero no me lo llevé impunemente, pues, más de una hora,

recuerdo haber estado clavado en lo alto de una cruz mientras me justifico

ante ti sin poder, con mis lágrimas, amenguar un poquito tu crueldad. Pues,

en cuanto te besé, te enjugaste con todos los dedos los labios anegados de

gotas, para que no quedara rastro alguno de mi boca, como si fuera la sucia

saliva de una sucia puta.

Además, no tardaste en entregarme, pobre de mí, a las torturas de Amor y de

atormentarme por todos los medios, para que, de ambrosía, se me transformara

inmediatamente aquel besito en más amargo que el eléboro amargo. Ya que

ofreces este castigo a mi amor desdichado, nunca ya en adelante te robaré

besos.

XCIX

Surripui tibi, dum ludis, mellite Iuuenti,

suauiolum dulci dulcius ambrosia.

uerum id non impune tuli: namque amplius horam

suffixum in summa me memini esse cruce,

dum tibi me purgo nec possum fletibus ullis

tantillum uestrae demere saeuitiae.

nam simul id factum est, multis diluta labella

guttis abstersti omnibus articulis,

ne quicquam nostro contractum ex ore maneret,

tamquam commictae spurca saliua lupae.

praeterea infesto miserum me tradere Amori

non cessasti omnique excruciare modo,

ut mi ex ambrosia mutatum iam foret illud

suauiolum tristi tristius elleboro.

quam quoniam poenam misero proponis amori, 

numquam iam posthac basia surripiam.

[/ezcol_3quarter_end]


 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

quiéreme

 

como si el amor fuera nuestro