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Catulo
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Catulli
Carmina
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Texto, traducción y notas de
Rosario González Galicia
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Mañana es Arte
Biblioteca Babab
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Noviembre 2001
Revisado Marzo 2002
Volumen nº7
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Madrid, España
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XLV
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Mientras Septimio tenía a Acme (130), su amor, en sus brazos, le dijo:
«Mi querida Acme, si no te quiero con locura y no estoy preparado para quererte en adelante
cada día todos los años como para ser capaz hasta de morir, que yo solo me enfrente en
Libia y en la abrasada India con un león de verdiazules ojos.»
Cuando dijo esto, Amor, como antes por la izquierda, estornudó por la derecha
en señal de aprobación (131).
Y Acme, echando suavemente hacia atrás la cabeza y besando con su purpúrea
boca los ojitos embriagados de su dulce niño, dijo:
«Sí, vida mía, Septimillo. A este solo dueño siempre sirvamos, tal como un fuego mucho
mayor y más penetrante me arde en mis tiernas entrañas.»
Cuando dijo esto, Amor, como antes por la izquierda, estornudó por la derecha
en señal de aprobación.
Ahora, partiendo de un buen auspicio, quieren y se quieren con deseos mutuos.
El pobrecito Septimio prefiere sólo a su Acme antes que a las sirias y a las britanas (132).
Sólo en Septimio la fiel Acme tiene su delicia y su placer. ¿Quién puede ver a hombre
alguno más dichoso? ¿Quién un amor con mejores auspicios?
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XLV
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Acmen Septimius suos amores
tenens in gremio: ‘mea’ inquit ‘Acme,
ni te perdite amo atque amare porro
omnes sum assidue paratus annos,
quantum qui pote plurimum perire,
solus in Libya Indiaque tosta
caesio ueniam obuius leoni.’
hoc ut dixit, Amor, sinistra ut ante,
dextra sternuit approbationem.
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at Acme leuiter caput reflectens
et dulcis pueri ebrios ocellos
illo purpureo ore sauiata
‘sic’, inquit, ‘mea uita, Septimille,
huic uni domino usque seruiamus,
ut multo mihi maior acriorque
ignis mollibus ardet in medullis.’
hoc ut dixit, Amor, sinistra ut ante,
dextra sternuit approbationem.
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nunc ab auspicio bono profecti
mutuis animis amant amantur.
unam Septimius misellus Acmen
mauult quam Syrias Britanniasque,
uno in Septimio fidelis Acme
facit delicias libidinisque.
quis ullos homines beatiores
uidit, quis uenerem auspicatiorem?
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notas
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130.- Los nombres de Septimio y Acme pueden ser ficticios o no. Acme está tomado
del griego akmé, palabra que se utiliza para designar ‘la flor de la vida’.
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131.- Amor, representación del dios Cupido, bendice con su aprobación las palabras de
los amantes. En general, y también entre los antiguos, el estornudo es un signo agorero.
Entre los lapones se da la creencia de que el estornudo puede expulsar el alma del
cuerpo: por eso tienen la costumbre de desear buena suerte al que acaba de estornudar.
En ciertas tribus africanas estornudar cuando alguien habla significa que la divinidad
aprueba; estornudar de repente, en medio de un silencio general, es una señal de buen
augurio. El estornudo simboliza una manifestación de lo sagrado para aprobar o
castigar, a través de su brusquedad, que marca una ruptura del ‘continuum’ temporal (cf.
CHEVALIER-GHEERBRANT, op. cit. s.v.).
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132.- Por lo que dice el poeta, las sirias y las britanas debían de ser muy guapas, o tal
vez se las apreciaba por su exotismo.
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