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Mi querido Théo:
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He pensado en Gauguin y resulta que —si Gauguin quiere venir aquí, calcula el viaje de Gauguin y las dos camas o los dos colchones
que tenemos forzosamente que pagar entonces. Pero después, como Gauguin es un marino, hay probabilidad de que lleguemos a
hacer nuestra comida en casa.
Y con el mismo dinero que gastó para mí solo, viviremos los dos. Sabes que siempre me ha parecido estúpido que los pintores vivan
solos, etc. Siempre se pierde cuando se está aislado.
En fin, es una respuesta a tu deseo de sacarlo de allá. Tú no le puedes enviar con qué vivir en Bretaña y a mí con qué vivir en
Provenza.
Pero puedes encontrar bien que compartamos, y fijar una suma, digamos de 250 por mes, si además cada mes y aparte de mi trabajo
tú tienes un Gauguin.
¿No es verdad que siempre que no pase de esa suma, hasta sería ventajoso?
Por otra parte, está mi especulación de combinarme con otros. He aquí, pues, un borrador de carta para Gauguin, que escribiré, si lo
apruebas, con los cambios que sin duda habrá que hacer en el giro de las frases. ¡Pero de momento te escribí esto!
Considera la cosa como un simple negocio, es lo mejor para todos, y tratémoslo francamente como tal. Sólo que, dado que no haces
negocios por tu cuenta, puedes encontrar bien que yo me ocupe de eso, y Gauguin se uniría como camarada conmigo.
He pensado que tenías deseo de ayudarlo, y a mí mismo me mortifica de que sea mal apreciado, cosa que no cambiará de hoy para
mañana. No podemos proponerle nada mejor que esto, y otros no harían tanto.
A mí me apena esto de gastar tanto dinero yo solo; pero para remediarlo no hay otro camino que el de encontrar una mujer Con dinero,
o camaradas que se asocien por la pintura.
Ahora bien; no veo la mujer, pero veo los compañeros. Si esto le conviniera, no habría que hacerlo esperar. Esto supondría un
comienzo de asociación. Bernard, que se va también al Sur, se nos unirá y has de saber que yo te veo siempre en Francia a la cabeza
de una asociación de impresionistas. Y si yo pudiera ser útil para juntarlos, con mucho gusto lo.s vería a todos en mejor situación que
yo. Tú debes sentir cuánto me contraría esto de gastar más que ellos; es preciso que yo encuentre una combinación más ventajosa
para ti y para ellos. Y sería así. Reflexiona bien, sin embargo, pero ¿no es cierto que en buena compañía se puede vivir con poco, a
condición de que se gaste el dinero en casa?
Más adelante, quizás vengan días en que haya menos incomodidades, pero no los cuento. Cuánto me alegraría que tuvieses primero
los Gauguin. Yo no soy ducho en cocina?, etc., pero ellos están más ejercitados en esto, ya que han hecho el servicio, etc.
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