Lo que debería ser el vacío de un sueño
se llena constantemente al gotearse la fuente de los sueños,
para que este solo sueño
crezca, florezca como una rosa centifolia,
desafiando leyes suntuarias, dejándonos
despertar y tratar de empezar a vivir en lo que
se ha vuelto ahora un barrio miserable. Sydeny Freedberg
en su Parmigianino dice: “El realismo en este retrato
ya no produce una verdad objetiva, sino una bizarría…
la distorsión, sin embargo, no crea
una sensación de ausencia de armonía… Las formas retienen
una alta medida de belleza ideal”, porque
las nutrimos con nuestros sueños, tan inconsecuentemente,
que un día
percibimos el agujero que dejaron. Ahora su importancia,
si es que no su significado, es clara. Era alimentar un sueño
que las incluye a todas, como están,
invertidas finalmente en el acumulante espejo.
Parecían extrañas porque no podíamos de hecho mirarlas.
De los que nos percatamos sólo en el momento
en que se desvanecen
como un ola que se estrella en una roca, cediendo
su forma en un gesto que expresa esa forma.
Las formas retienen una alta medida de belleza ideal
mientras rumian secretamente nuestra idea de distorsión.
¿Por qué molestarse con este arreglo, si
los sueños nos prolongan al absorberse?
Algo como el vivir ocurre, un movimiento
que sale del sueño hacia su codificación.
Cuando empiezo a olvidarla
presenta otra vez su estereotipo,
pero es un estereotipo poco familiar, el rostro
navegando a la deriva, salido de azares que pronto
suplantarán otros azares, “más ángel que el hombre”
(Vasari).
Quizá un ángel se parece a todo
lo que hemos olvidado, me refiero a las cosas olvidadas
que resultan extrañas
al reencontrarlas, perdidas más allá de las palabras,
y que fueron alguna vez nuestras. Este sería el momento
de invadir la privacía de este hombre que,
“especulaba con la alquimia, pero cuyo
deseo no era el examinar las sutilezas del arte
con un desprendido espíritu científico: quería con ellas
imprimirle al espectador el sentido de lo novedoso
y el asombro”
(Freedberg). Retratos posteriores como el del “Caballero”
de los Uffizi, el “Joven prelado” de la Borghese y
el “Antea” napolitano surgen de las tensiones
manieristas, pero aquí, como Freedberg lo señala,
la sorpresa, la tensión está en el concepto
más que en la realización.
La consonancia del Alto Renacimiento
está presente, aunque distorsionada por el espejo.
Es novedoso el gran cuidado
en capturar las veleidades de la reflejante superficie curva
(es el primer retrato espejo),
podrías ser engañado un momento
antes de darte cuenta de que la imagen
no es tuya. Te sientes entonces corno uno de esos
personajes de Hoffman desprovistos
de reflejo, salvo que el yo entero
ha sido suplantado por la estricta
otredad del pintor en su otro cuarto. Lo hemos sorprendido
en su trabajo, pero no, él nos ha sorprendido a nosotros
trabajando. El retrato está casi terminado,
la sorpresa casi concluida, como cuando uno mira hacia
afuera,
asombrado por una nevada que está finalizando en manchas
y chispas de nieve.
Sucedió mientras estabas dentro, durmiendo,
y no hay razón para que estuvieras
despierto presenciándola, salvo porque el día
acabó y te va a ser difícil
dormir esta noche, al menos hasta muy tarde.
What should be the vacuum of a dream
Becomes continually replete as the source of dreams
Is being tapped so that this one dream
May wax, flourish Iike a cabbage rose,
Defying sumptuary laws, leaving us
To awake and try to begin living in what
Has now become a slum. Sydney Freedberg in his
Parmigianino says of it: “Realism in this portrait
No longer produces an objective truth, but a bizarria…
However its distortion does not create
A feeling of disharmony… The forms retain
A strong measure of ideal beauty,” because
Fed by our dreams, so inconsequential until one day
We notice the hole they left. Now their importance
If not their meaning is plain. They were to nourish
A dream which includes them all, as they are
Finally reversed in the accumulating mirror.
They seemed strange because we couldn’t actually
see them.
And we realize this only at a point where they lapse
Like a wave breaking on a rock, giving up
Its shape in a gesture which expresses that shape.
The forms retain a strong measure of ideal beauty
As they forage in secret on our idea of distortion.
Why be unhappy with this arrangement, since
Dreams prolong us as they are absorbed?
Something like living occurs, a movement
Out of the dream into its codification.
As I start to forget it
It presents its stereotype again
But it is an unfamiliar stereotype, the face
Riding at anchor, issued from hazards, soon
To accost others, “rather angel than man” (Vasari).
Perhaps an angel looks like everything
We have forgotten, I mean forgotten
Things that don’t seem familiar when
We meet them again, lost beyond telling,
Which were ours once. This would be the point
Of invading the privacy of this man who
“Dabbled in alchemy, but whose wish
Here was not to examine the subtleties of art
In a detached, scientific spirit: he wished through them
To impart the sense of novelty and amazament to the
spectator”.
(Freedberg). Later portraits such as the Uffizi
“Gentleman,” the Borghese “Young Prelate” and
The Naples “Antea” issue form Mannerist
Tensions, but here, as Freedberg points out,
The surprise, the tension are in the concept
Rather than its realization.
The consonance of the High Renaissance
Is present, though distorted by the mirror.
What is novel is the extreme care in rendering
The velleities of the rounded reflecting surface
Ot is the first mirror portrait),
So that you could be fooled for a moment
Before you realize the reflection
Isn’t yours. You feel then like one of those
Hoffmann characters who have been deprived
Of a reflection, except that the whole of me
Is seen to be supplanted by the strict
Otherness of the painter in his
Other room. We have surprised him
At work, but no, he has surprised us
As he works. The picture is almost finished,
The surprise almost over, as when one looks out,
Startled by a snowfall which even now is
Ending in specks and sparkles of snow.
It happened while you were inside, asleep,
And there is no reason why you should have
Been awake for it, except that the day
Is ending and it will be hard for you
To get to sleep tonight, at least until late.
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