And then there is our Main Street
that looks like
an abandoned movie set
whose director
ran out of money and ideas,
firing at a moment’s notice
his entire filming crew,
and the pretty young actress
dressed for the part
standing with a pinched smile
in the dusty window
of Miss Emma’s bridal shop.
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Y luego está nuestra Calle Mayor
que parece
el decorado abandonado de una película
cuyo director
se quedó sin dinero y sin ideas,
despidiendo al momento
a todo su equipo,
dejando a la hermosa joven actriz
vestida para la parte
en que se detiene con una sonrisa contraída
frente al escaparate polvoriento
de la tienda de vestidos de novia de Miss Emma.
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DRIVING AROUND
the lunatic
Charles Simic
from The New Yorker
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