No me gustaba la lluvia,
significaba no bajar a jugar
ese partido vital, que se repetía cada tarde.
Tardes en las que andaba en juego
el orgullo de tu calle, tu portal.

De niño no quería verla caer,
aunque cedía al chantaje de los charcos.
Miraba el balón bajo la mesa
deseando que no fuese a llover.

 

 

 

 

 

 

Por Carlos Tizón y Ángel Ferrer

Este poema, ha salido de un texto en prosa ideado por Carlos Tizón,

yo sólo le he dado forma.

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

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