mundo
Cada piso, es un nicho
con su bolsa limitada del lenguaje
llenándose hasta la muerte.
Cada edificio una caleidoscópica
hormigonera girando. Cada ciudad,
un hormiguero a la intemperie
devorándose a sí mismo.
Cada país, una paleta manchada
con las pruebas de color de un cuadro
inacabado. Y el mundo un embrión azul
en cadena perpetua de gestación.
Angel Ferrer
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