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El emperador de los helados



Llamad al que hace los grandes cigarros,

A ese musculoso y decidle que bata

En tazones de cocina cremas concupiscentes.

Que las muchachas se recreen con las ropas

Que acostumbran usar y que los chicos

Traigan flores en diarios del mes pasado.

Que ser sea final de parecer.

El único emperador es el emperador de los helados.

Tomad del aparador de pino

Al que le faltan las tres perillas de vidrio, esa sábana

En la que ella una vez bordó palomas cola de abanico

Y extendedla de modo que su cara quede cubierta.

Si sus pies callosos sobresalen, aparecen

Para mostrar cuán fría está, y callada,

Que la lámpara ponga su rayo.

El único emperador es el emperador de los helados.

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The emperor of ice-cream


Call the roller of big cigars,

The muscular one, and bid him whip

In kitchen cups concupiscent curds.

Let the wenches dawdle in such dress

As they are used to wear, and let the boys

Bring flowers in last month’s newspapers.

Let be be finale of seem.

The only emperor is the emperor of ice-cream.

Take from the dresser of deal,

Lacking the three glass knobs, that sheet

On which she embroidered fantails once

And spread it so as to cover her face.

If her horny feet protrude, they come

To show how cold she is, and dumb.

Let the lamp affix its beam.

The only emperor is the emperor of ice-cream.

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Wallace Stevens


El emperador de los helados

Versión de Catalina Bermúdez

De la simple existencia: antología poética

Debolsillo

2005 Barcelona

 

 

 


 

 

 

 

 

 

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