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¿Tiene uno, como la naturaleza, sus estaciones, sus ciclos de vida?
En el curso de quince o veinte días pasa una primavera y un verano en el fondo del alma,
y luego viene un día violento en que nos quedamos sin hojas, y fríos, e inmóviles.
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Alma mía, cosechadora de lo que siembro con el sudor de mi frente
con el frío sudor de mi frente, ¿puedes decirme a qué horas nos encontramos,
en qué sitio desierto vamos a vernos?
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El diablo no hace caso de mis citas, y Dios es sordo desde hace tiempo:
ven tú alma mía, testigo mío, dame todo lo que no tienes en tus manos, lo que no te pertenece,
tu sonrisa, tus lágrimas.
¿Qué voy a hacer con ello? Nada.
Quisiera echarte gasolina encima y prenderte fuego, alma mía.
Para recuperarme.
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Jaime Sabines
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¿Tiene uno, como la naturaleza… ?
polidelamor.blogspot.com
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