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Animula
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Issues from the hand of God, the simple soul,
To a flat world of changing lights and noise,
To light, dark, dry, damp, chilly or warm,
Moving between the legs of tables and of chairs
Rising or falling,
Grasping at kisses and toys,
Advancing boldly, sudden to take alarm,
Retreating to the corner of arm and knee,
Eager to be reassured, taking pleasure
In the fragrant brilliance of the Christmas tree
Pleasure in the wind, the sunlight and the sea’
Studies the sunlit pattern on the floor.
And running stays around a silver tag:
Confounds the actual and the fanciful,
Content with playing cards and kings and queens,
What the fairies do and what the servants say.
The heavy burden of the growing soul
Perplexes and offends more, day by day,
Week by week, offends and perplexes more.
With the imperatives of «so it seems»
And may and may not, desire and control.
The pain of living and the drug of dreams
Curl up the small soul in the window seat
Behind the Encyclopaedia Britannica.
Issues from the hand of time, the simple soul,
Irresolute and sefish, misshapen, lame
Unable to fare forward or retreat,
Fearing the warm reality, the offered good,
Denying the importunity of the blot,
Shadow of its own shadow, spectre of its own gloom,
Leaving disordered papers in a dusty room;
Living first in silence after the viaticum,
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Pray for Guiterriez, avid of speed and power
For Boudin, blown to pieces,
For this one, who made a great fortune
And that one who went his own way.
Pray for Floret by the boorhound slain between the yew trees,
Pray for us now and at the hour of our birth.
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1928
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Animula
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«Brota de la mano de Dios el alma simple»
hacia un mundo chato de luces cambiantes y de ruido,
hacia la luz, la oscuridad, lo seco y lo húmedo, lo frío o lo caliente;
moviéndose entre patas de mesas y de sillas,
levantándose o cayéndose, tendiendo la mano hacia besos y juguetes,
avanzando audazmente, pronta a alarmarse,
refugiándose en el ángulo del codo y la rodilla,
ansiosa de ser calmada, complaciéndose
en el fragante esplendor del árbol de Navidad,
en el viento, el sol y el mar;
estudia el soleado diseño del piso
y los siervos corriendo en torno de una bandeja de plata;
confunde lo real y lo fantástico,
contenta con naipes y reyes y reinas,
con lo que hacen las hadas y dicen los sirvientes.
La pesada carga del alma que crece
desconcierta y agravia más de día en día;
de semana en semana desconcierta y agravia más
con los imperativos del «es y parece»,
del se debe y no se debe, del deseo y la censura.
El dolor de vivir y la droga de los sueños
acurrucan el alma pequeña en el asiento adosado a la ventana
tras la Enciclopedia Británica.
Brota de la mano del tiempo el alma simple
indecisa y egoísta, deforme, tullida;
incapaz de avanzar o retirarse,
teniendo la cálida realidad, el bien ofrecido,
negando la porfía de la sangre,
sombra de sus propias sombras, espectro de su propia tiniebla,
dejando papeles desordenados en un cuarto polvoriento;
viviendo por primera vez el silencio después del Viático.
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Rogad por Gutiérrez, ávido de velocidad y poder,
por Boudin, despedazado,
por el que amasó una gran fortuna,
y el que hizo lo que le dio la gana.
Rogad por Floret, destrozado por el mastín entre los tejos,
rogad por nosotros ahora y en la hora de nuestro nacimiento.
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T. S. Eliot (St. Louis, 1888-Londres, 1965), Retrato de una dama y otros poemas.
Versión y notas de Alberto Girri y Enrique Pezzoni, Ediciones Corregidor, Buenos Aires, 1983
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De la nota de Girri y Pezzoni: El verso famoso del emperador Adriano: O Animula vagula, blandula es, obviamente,
el origen del título, pero el texto se inspira sin disimulo en Dante:
Esce di mano a lui che la vagheggia / prima che sia, a guisa di fanciulla / che piangiendo e ridendo pargolleggia, // l’anima semplicetta che sa nulla
(Purgatorio XVI: 85-88)*
* Sale de la mano de aquel que la contempla / antes que sea, como muchacha / que llorando y riendo balbucea, // el alma simplísima que no sabe nada
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campodemaniobras.blogspot.com.es
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