autoexorcismo
«El malvado descansa algunas veces; el necio jamás»
Ortega y Gasset
Uno de mis demonios me piensa
razona contrariamente a lo que yo pienso
y los que me hablan se acercan alejándose
¿y el tuyo?
¿cómo es tu demonio?
El mío es un niño, en parte
abstraído de la existencia
molestando al de al lado
Un insistente egoísta celoso y solitario
que seguramente acude a misa los domingos
para sellar su carné de sufridor por cuenta ajena
Ángel Ferrer
Inédito
wow, otro poema de primera línea: si pones el listón así
de alto, tendrás que mantenerlo 😎
Gracias por compartirlo con los mortales 😎
Narciso
Desde luego Narciso, qué manera d añadir presión…
je, es que tengo una cosa, un arma bastante desarrollada -aunque ella misma es primitiva
como la quijada de burro de caín y abel- que se denomina superyó: es el sentido del deber
pero sólo de máximos: no el deber a cumplir, sino el ideal del yo y el yo ideal en un solo ente…
No creo que me explique, es sólo para que supieras que si no se fuerza -un poco- al hombre,
no alcanza ese estado en el que, de súbito, escapa a toda medida y se hace casi infinito.
Un abrazo
Gracias
Narciso
Fijateeeeee! Eso del superyó es nuevo para mí. Entre tú y Ángel y vuestras interioridades me tenéis
en chok!
Lo que aprende una.
Gracias a los dos.
No es para tanto, creo…el comentario tiene su puntillo oscuro, ¿necesario?
Tengo que reconocer que hoy he tenido algunas circunstancias favorables externas para haberlos escrito.
Silencio, tiempo, retiro y espacio.
Gracias por los comentarios que no se merecen.
Ángel
Este es uno de tus mejores poemas. Cuando te alejas de ese lenguaje tan psicologizado y esencializas, es cuando aparecen los pensamientos propios expresados con su propio lenguaje.
Vlad
Gracias Vlad,
tomo nota 😉
Ángel
Por cierto Vlad, no he leído con suficiente detenimiento,
¿a qué te refieres con pensamientos propios?
la memoria tiene su lenguaje, y el presente el suyo,
en cada plano de la realidad hay un lenguaje, para nombrar las cosas.
El lenguaje psicologizado del que hablas no es más que mi lenguaje interno y es algo común. Todos tenemos lenguaje interno. Y lo tenemos que saber interpretar, cada uno el suyo. Desde mi, veo que si que es propio, en cuanto a instrumento de catalogación de lo que veo en el plano en que me encuentro en ese momento. Lo que no me pertenece es lo que percibo. Está ahí sin más remedio.
Quizá cuando tengo la suerte de estar en el plano presente, en tiempo real, es cuando surge ese lenguaje esencial del que hablas.
abrazo
Ángel
uy Ángel, casi ni te entiendo…pero bueno, debe de ser lo que dices. En mi caso o no me escucho o no tengo lenguaje interno.