agustín fernández mallo

 

nocilla experience

 

 

 

alfaguara 2008

 

 

 

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En el año 1970 moría en su casa de Chicago Henry J. Darger después de haber escenificado

quizá el episodio más extraño y solitario de la historia de las artes.

Se cree que nació en Brasil en 1892. A los 4 años pierde a su madre, que muere en el parto

de una niña que fue dada en adopción. Henry nunca llegó a conocer a esa hermana. Poco

tiempo más tarde padre e hijo son ingresados en sendas instituciones mentales. A él se le

diagnosticó una enfermedad que consistía en «tener el corazón en el lugar equivocado».

Nunca más vio a su padre. Durante la adolescencia, huye de la reclusión y aparece en la ciudad

de Chicago. Alquila un piso, y a partir de entonces nada se sabe de él, salvo que sólo sale

de casa para ir a misa, en ocasiones hasta 5 veces al día, y que las únicas conversaciones

que tiene con los vecinos son acerca del tiempo meteorológico, asunto que le obsesionaba

desde que de joven, en 1913, presenciara la destrucción de todo un pueblo en Illinois por un

tornado. Nadie sospechó el secreto que guardaba aquel hombre vulgar y poco hablador en el

estudio de su casa, estudio que abarcaba también parte del salón y la cocina.

 

 

 

 

 

 

Cartel de Xavier Esclusa Trías, modificado

 

 

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