alberto muñoz
lucha libre
¡Difícil a los hombres es entrar
en contienda con los más poderosos!
Píndaro, Nemea X. A Teeo de Argos,
vencedor en la lucha
La filosofía llamaba mi atención pero más mi padre
que era luchador.
Los días de lluvia no entrenábamos.
El entrenador era jorobado como Kierkegaard y en su voz
recaía la fuerza del pasado.
En el vapor las duchas lo vi una vez besándose con el
dueño del bufete.
La lucha era libre y para todos.
Había que tener un cuerpo un carnet de adversario y
en el mejor de los casos, una vida completamente distinta.
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