En un banco…

En un banco,

meneando aburrida mis zapatos de bruja,

yo veía al invierno entrar y salir,

flirtear con el aire y sentarse finalmente a mi lado.

(Otro -pensé- que tampoco tiene nada que hacer

         esta tarde.)

Ya me iba a levantar cuando descubrí su espalda

en la ventana de enfrente.

Usted hablaba con alguien.

Y en ese mismo momento

-los libros, cómo no, resbalaron patosos desde la falda

hasta el suelo-

se volvió a mirarme.

Almudena Guzmán

en A media voz

 


 

 

 

 

 

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