álvaro de campos

 

poema en línea recta

 

 

 

[ezcol_1half]   

poema em linha reta

 

 

 

Nunca conheci quem tivesse levado porrada.

Todos os meus conhecidos têm sido campeões em tudo.

 

 

E eu, tantas vezes reles, tantas vezes porco, tantas vezes vil,

Eu tantas vezes irrespondivelmente parasita,

Indesculpavelmente sujo,

Eu, que tantas vezes não tenho tido paciência para tomar banho,

Eu, que tantas vezes tenho sido ridículo, absurdo,

Que tenho enrolado os pés publicamente nos tapetes das

etiquetas,

Que tenho sido grotesco, mesquinho, submisso e arrogante,

Que tenho sofrido enxovalhos e calado,

Que quando não tenho calado, tenho sido mais ridículo ainda;

Eu, que tenho sido cômico às criadas de hotel,

Eu, que tenho sentido o piscar de olhos dos moços de fretes,

Eu, que tenho feito vergonhas financeiras, pedido emprestado sem pagar,

Eu, que, quando a hora do soco surgiu, me tenho agachado

Para fora da possibilidade do soco;

Eu, que tenho sofrido a angústia das pequenas coisas ridículas,

Eu verifico que não tenho par nisto tudo neste mundo.

 

 

Toda a gente que eu conheço e que fala comigo

Nunca teve um ato ridículo, nunca sofreu enxovalho,

Nunca foi senão príncipe – todos eles príncipes – na vida…

 

 

Quem me dera ouvir de alguém a voz humana

Que confessasse não um pecado, mas uma infâmia;

Que contasse, não uma violência, mas uma cobardia!

Não, são todos o Ideal, se os oiço e me falam.

Quem há neste largo mundo que me confesse que uma vez foi vil?

Ó príncipes, meus irmãos,

 

 

Arre, estou farto de semideuses!

Onde é que há gente no mundo?

 

 

Então sou só eu que é vil e errôneo nesta terra?

 

 

Poderão as mulheres não os terem amado,

Podem ter sido traídos – mas ridículos nunca!

E eu, que tenho sido ridículo sem ter sido traído,

Como posso eu falar com os meus superiores sem titubear?

Eu, que venho sido vil, literalmente vil,

Vil no sentido mesquinho e infame da vileza.  [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end]

poema en línea recta

 

 

 

Nunca conocí a quien le hubieran dado una paliza

Todos mis conocidos han sido campeones en todo.

 

 

Y yo, tantas veces bajo, tantas veces puerco, tantas veces vil,

Yo tantas veces indiscutiblemente parásito,

Indisculpablemente sucio,

Yo, que tantas veces no he tenido paciencia para darme un baño,

Yo, que tantas veces he sido ridículo, absurdo,

Que he enrollado los pies públicamente en los tapetes de las etiquetas,

Que he sido grotesco, mezquino, sumiso y arrogante,

Que he sufrido injurias y he callado,

Que cuando no he callado, he sido más ridículo aún;

Yo, que he sido gracioso con las criadas de hotel,

Yo, que he sentido el guiñar de ojos de los recaderos,

Yo, que he cometido vergüenzas financieras, pedido prestado sin pagar,

Yo, que, cuando la hora del golpe surgió, me he agachado

Fuera de la posibilidad del golpe;

Yo, que he sufrido la angustia de las pequeñas cosas ridículas,

Yo, declaro que no tengo par en todo esto en este mundo.

 

 

 

Toda la gente que conozco y que habla conmigo

Nunca tuvo un acto ridículo, nunca sufrió una injuria,

Nunca fue sino príncipe -todos ellos príncipes- en la vida…

 

 

¡Quién me diera oír de alguien la voz humana

Que confesara, no un pecado, sino una infamia;

Que contara, no una violencia, sino una cobardía!

No, son todos el Ideal, si los oigo y me hablan.

¿Quién hay en este largo mundo que me confiese que alguna vez fue vil?

¡Oh, príncipes, mis hermanos,

 

 

Maldita sea, estoy harto de semidioses!

¿Dónde es que hay gente en el mundo?

 

 

¿Entonces sólo soy yo el que es vil y errado en esta tierra?

 

 

Podrán no haberlos amado las mujeres,

Podrán haber sido traicionados -¡pero ridículos nunca!

Y yo, que he sido ridículo, sin haber sido traicionado,

¿Cómo puedo hablar con mis superiores sin titubear?

Yo, que he sido vil, literalmente vil,

Vil en el sentido mezquino e infame de la vileza. 

 

 

traducción mario bojórquez

[/ezcol_1half_end]

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir