Cuando el cuerpo existía antes de la caída, el ser ya residía
allí para su perpetuidad formado, aunque en la eternidad
no estaba ni estará jamás formado.
No eres un cuerpo eterno, me dijeron los sacerdotes, eres cuerpo
perpetuo.
Fue la confesión inconsciente, pero la perpetuidad no es un
abismo del alma. Es un fragmento de «sempiterna» madera
en la que existo y el alma es su voz y el corazón interno.
Afuera no viven el alma y el espíritu, sino fragmentos de
madera; el cuerpo de los seres – Madera negra.
El espíritu santo es lo que siempre fue cuando la llama surgía
quemando la madera.
La madera no está siempre en los mismos fragmentos: cambia
por adición y se prolonga por sí misma repitiéndose a lo lejos
y no en los hijos.
¿De dónde resultó entonces que los pequeños seres malvados
la hicieron sufrir
y cómo siendo sempiterna, por existir desde siempre, debió alcanzar
el ser?
Porque siempre la niñita alma se retiró con todas sus hermanas
ante el santo y el espíritu.
Y cómo el santo y el espíritu estaban en la madera, ya que era
un ser y por lo tanto imperfecto.
No era un pecable ser sino un fragmento de pura madera siem-
pre tentada de tener un alma capaz de volver a hundirse en
el abismo del cuerpo hasta que pueda volar.
Ellos sólo habían vista lo que les gustaba: lo demás no quisieron
verlo.
La perfección consiste siempre en lo perfectible, pero «cierto».
Es decir, real y no irreal de cuerpo.
El punto de la historia.
La madera madera es alma en sí misma y se siente alma de auténtica
madera para siempre,
y la madera era madera más allá de la noción de alma o niña,
solo, con inertes
y precisamente «solo» ,
que no me sorprende porque siempre me gustó estar solo.
Un día los inertes le inspiraron la idea del amor no masturbatorio y
de la caridad hacia alguien
pues él estaba apartado de todo, y el amor era tan fuerte en
ellos que todos los seres sintieron celos y quisieron destruirlos,
Catherine, Neneka, Cécile, Ivonne, la otra Catherine que debe
separarse de Anie.
Rodez, quizás 33 hombres, 2 niñas, una joven, una mujer.
Or si le corps s’ est rétabli avant la chute c’était en lui que I’être était
toujours dans sa perpétuité formé mais que dans I’éternité il n’était pas
encore formé et ne le sera jamais.
Tu n’es pas un corps éternel, m’ont dit les prétres, tu es un corps perpétuel.
Ce fut leur aveu subconscient mais la perpétuité n’est pas un abîme d’âme,
elle est un morceau de bois
sempiternel et c’est moi, l’âme est se voix et son coeur interne, dehors il
y a non pas de I’âme et de I’esprit mais d’autres morceaux de bois; les
corps des êtres. –Du bois noir.
Le saint-esprit est ce qui fut toujours
brûlé para la flamme sortie du bois.
Le bois n’est pas toujours là
dans le même morceau car il y a plusieurs morceaux de bois, il change
par addition et se prolonge lui-même en se repélant plus loin et non
dans des enfants.
D’où est-il done venu que des enfants êtres mauvais I’ont fait souffrir
et comment étant sempiternel, done existant toujours, a-t-il dû se faire être?
Parce que la petite fille son âme s’est retirée
avec toutes ses soeurs toujours devant le saint et I’esprit .
Et comment le saint et l’esprit étaient-ils en lui puisqu’el était un être
donc imparfait.
II n ‘était pas un être peccable mais un morceau de bois
pur, toujours du bois tenté d’avoir une âme et qui se replongera dans
I’abîme du corps jusqu’á ce que l’âme puisse être,
Ils n’avaient vu que ce qui Ieur plaisait, le reste ils n’avaient pas voulu le voir.
La perfection est d’être toujours perfectionnable, mais certain.
C’est-à-dire réel en non irréel de corps.
Le point de I’histoire.
Le bois et lui-même âme et se sent âme de bois recta pour toujours,
et bois était bois hors notion âme ou fille,
seul avec des inertes
et d’abord seul,
cela ne m’étonne pas, j’ai toujours aimé mieux être seul,
Des inertes un jour
lui inspirèrent un jour I’idée de I’amour non masturbatoire et de
la charité à quelqu’un de tout et leur amour était plus fort
que tous les êtres en lui furent jaloux et voulurent les dêtruire,
Catherine, Nneka, Cécile, Yvonne, I’autre Catherine à départager d’avec Anie.
Rodez, peut être 33 hommes, 2 petites filies, une jeune fille, une femme.
ANTONIN ARTAUD
Cuando el cuerpo existía
Traducción y notas de J. J . Bajarlía
En noviembre de 1982 «Le Monde» publicó en Paris un poema inédito,
sin titulo, de Antonin Artaud . No daba la fecha del mismo, pero
lo ubicaba en los finales de su vida. La nota estaba redactada por Christian
Descamps. Nosotros creemos, sin embargo, que data de 1946, fecha
en que aparecen las «Lettres de Rodez».
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