27 poemas de antonio gamoneda

CON MOTIVO DE SU LECTURA EN EL CICLO

«MAESTROS X MAESTROS DE LA POESÍA CONTEMPORÁNEA»

CELEBRADA EL 19 DE OCTUBRE DE 2010


EN LA RESIDENCIA DE ESTUDIANTES

 

 

 

 

Siento el crepúsculo en mis manos. Llega a través del laurel

enfermo. Yo no quiero pensar ni ser amado ni ser feliz ni recor-

dar.

 

Sólo quiero sentir esta luz en mis manos

 

y desconocer todos los rostros y que las canciones dejen de

pesar en mi corazón

 

y que los pájaros pasen ante mis ojos y yo no advierta que se

han ido.

 

 

Hay

 

grietas y sombras en paredes blancas y pronto habrá más grie-

tas y más sombras y finalmente no habrá paredes blancas.

 

Es la vejez. Fluye en mis venas como agua atravesada por

gemidos. Van

 

a cesar todas las preguntas. Un sol tardío pesa en mis manos

inmóviles y a mi quietud vienen a la vez suavemente, como

una sola sustancia, el pensamiento y su desaparición.

 

Es la agonía y la serenidad.

 

Quizá soy transparente y ya estoy solo sin saberlo. En cual-

quier caso, ya

 

la única sabiduría es el olvido.

 

 

(De Arden las pérdidas, 2003)

 

 

 

 

 

 

ð

 

 

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