9 Comentarios

1. 

   caballo el 18 octubre, 2014 a las 6:16 pm

   wow, otro poema de primera línea: si pones el listón así

   de alto, tendrás que mantenerlo 😎

   Gracias por compartirlo con los mortales 😎

   Narciso

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   • 

     vlad el 21 octubre, 2014 a las 10:20 am

     Desde luego Narciso, qué manera d añadir presión…

     Responder
     • 

       caballo el 21 octubre, 2014 a las 7:54 pm

       je, es que tengo una cosa, un arma bastante desarrollada -aunque ella misma es primitiva

       como la quijada de burro de caín y abel- que se denomina superyó: es el sentido del deber

       pero sólo de máximos: no el deber a cumplir, sino el ideal del yo y el yo ideal en un solo ente…

       No creo que me explique, es sólo para que supieras que si no se fuerza -un poco- al hombre,

       no alcanza ese estado en el que, de súbito, escapa a toda medida y se hace casi infinito.

       Un abrazo

       Gracias

       Narciso

       Responder
       • 

         vlad el 21 octubre, 2014 a las 9:43 pm

         Fijateeeeee! Eso del superyó es nuevo para mí. Entre tú y Ángel y vuestras interioridades me tenéis
         en chok!
         Lo que aprende una.
         Gracias a los dos.

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2. 

   angel el 19 octubre, 2014 a las 4:29 am

   No es para tanto, creo…el comentario tiene su puntillo oscuro, ¿necesario?

   Tengo que reconocer que hoy he tenido algunas circunstancias favorables externas para haberlos escrito.

   Silencio, tiempo, retiro y espacio.

   Gracias por los comentarios que no se merecen.

   Ángel

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3. 

   vlad el 21 octubre, 2014 a las 9:16 am

   Este es uno de tus mejores poemas. Cuando te alejas de ese lenguaje tan psicologizado y esencializas, es cuando aparecen los pensamientos propios expresados con su propio lenguaje.
   Vlad

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4. 

   angel el 21 octubre, 2014 a las 9:26 am

   Gracias Vlad,

   tomo nota 😉

   Ángel

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5. 

   angel el 21 octubre, 2014 a las 8:37 pm

   Por cierto Vlad, no he leído con suficiente detenimiento,

   ¿a qué te refieres con pensamientos propios?

   la memoria tiene su lenguaje, y el presente el suyo,

   en cada plano de la realidad hay un lenguaje, para nombrar las cosas.

   El lenguaje psicologizado del que hablas no es más que mi lenguaje interno y es algo común. Todos tenemos lenguaje interno. Y lo tenemos que saber interpretar, cada uno el suyo. Desde mi, veo que si que es propio, en cuanto a instrumento de catalogación de lo que veo en el plano en que me encuentro en ese momento. Lo que no me pertenece es lo que percibo. Está ahí sin más remedio.

   Quizá cuando tengo la suerte de estar en el plano presente, en tiempo real, es cuando surge ese lenguaje esencial del que hablas.

   abrazo

   Ángel

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6. 

   vlad el 21 octubre, 2014 a las 9:39 pm

   uy Ángel, casi ni te entiendo…pero bueno, debe de ser lo que dices. En mi caso o no me escucho o no tengo lenguaje interno.

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