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the mortgaged heart

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The dead demand a double vision. A furthered zone,

Ghostly decision of apportionment. For the dead can claim

The lover’s senses, the mortgaged heart.

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Watch twice the orchard blossoms in grey rain

And to the cold rose skies bring twin surprise.

Endure each summons once, and once again;

Experience multiplied by two-the duty recognized.

Instruct the quivering spirit, instant nerve

To schizophrenic master serve,

Or like a homeless Doppelgänger

Blind love might wander.

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The mortgage of the dead is known.

Prepare the cherished wreath, the garland door.

But the secluded ash, the humble bone-

Do the dead know?

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el corazón hipotecado

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Los muertos exigen una doble visión. Una parcela de más

a repartir cumpliendo un acuerdo espectral. Pues los muertos

tienen derechos sobre los sentidos de su amante,

sobre el corazón hipotecado.

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Mira dos veces el huerto que florece bajo la lluvia gris

Y los cielos rosas y fríos que traen una doble sorpresa.

Soporta cada requerimiento una y otra vez;

la experiencia multiplicada por dos – la deuda reconocida.

Ordena al espíritu tembloroso, al nervio inmediato

que sirva bien al amo esquizofrénico,

si no el amor ciego vagará extraviado

igual que un émulo sin hogar.

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Sabida es la hipoteca contraída con los muertos.

Prepara pues, la preciada corona, la guirnalda de la puerta.

Aunque, de las recónditas cenizas, del hueso humilde

¿Saben algo los muertos?

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Traducción de Victoria Martínez Vega 

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el corazón hipotecado

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Los muertos demandan zonas extendidas,

una doble visión, capricho fantasmal que parcela el afecto.

Los muertos reclaman del amante los sentidos,

la hipoteca del corazón.

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Agudizá tu mirada, observá nuevamente los ciruelos,

los cerezos que florecen bajo la llovizna gris

y al firmamento, frío, rosado, entregale

                                                              tu repetida sorpresa.

Negate, una y otra vez  a la firmeza del requerimiento;

a la memoria por dos multiplicada –a las reconocidas

obligaciones.

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Instruí tu estremecido espíritu; el temor

debés recordar, es el servidor fiel de amos esquizofrénicos,

de lo contrario el amor vagará ciego

                           como un alma en pena sin hogar..

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Prepará las flores, las guirnaldas,

las ofrendas deseadas,

testimonio del sentimiento que perdura.

La  hipoteca de los muertos es por todos conocida.

¿Pero de la ceniza recluida, del humilde hueso,

podrán decirnos algo, ellos, los muertos ?

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de  revista New Directions X, NY, EEUU; 1948.

Versión Merceditas Lennon-Esteban Moore

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Carson McCullers

Lula Carson Smith

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