charles bukowski:

 

los placeres del condenado:

 

 

 

en la acera y al sol

 

 

 

los placeres del condenado

poemas, 1951-1993

traducción y prólogo de ciro arbós

visor libros

volumen dccxcvi de la colección visor de poesía

madrid

the pleasures of the damned

poems1951-1993

3ª edición 2020

 

 

 

charles bukowski poem and letter manuscripts

on the sidewalks and in the sun

 

poem written in 1972

appeared in Pure Smutte – No. 1 – 1972

collected under an alternate title:

books

What Matters Most Is How Well You Walk Through The Fire – pg. 348 – 1999

The Pleasures of the Damned – pg. 6 – 2007

Back to the Machinegun, Manuscripts Volume 1, 1959-1974 – pg. 97 – 2011

 

 

 

 

on the sidewalks and in the sun

 

 

I have seen an old man about town

carrying an enormous pack.

he uses a walking stick

and moves up and down the sidewalks

with this pack strapred to his back.

 

it seems I keep seeing him.

 

if he’d only throw that pack away, I think,

he’d have a chance, not much chance

but a chance.

 

and he’s in a bad district —Hollywood.

they aren’t going to give him a

dry bone in Hollywood.

 

he is lost. with that pack.

on the sidewalks and in the sun.

 

god almighty, old man, I think, throw away that

pack.

 

then I drive on, thinking of my own

problems.

 

the last time I saw him he was not walking.

it was ten thirty a.m. on north Bronson and

hot, very hot, and he sat on a little ledge,

bent,

the pack still strapped to his back.

 

I slowed my car to look at his face.

I had seen one or two other men in my life

with looks on their faces like

that.

 

I knew that look.

 

I would never see him again.

 

I speeded up and turned on my car

radio.

en la acera y al sol

 

 

hace días que veo a un viejo por ahí

cargando un fardo enorme.

lleva bastón

y deambula por las calles

con su fardo atado a la espalda.

 

no hago más que encontrármelo.

 

si se deshiciera de ese fardo, pienso,

tendría una oportunidad, no gran cosa

pero una oportunidad.

 

y está en un barrio duro—Hollywood Este.

no van a dejarle ni

las raspas en Hollywood Este.

 

está perdido. con ese fardo.

en la acera y al sol.

 

dios todopoderoso, viejo, pienso, tira ese

fardo.

 

luego sigo al volante, pensando en mis

problemas.

 

la última vez que lo vi no iba caminando.

eran las diez y media a.m. en la calle Bronson Norte y hacía

calor, mucho calor, y estaba sentado en un bordillo,

encorvado,

con el fardo todavía atado a la espalda.

 

reduje la marcha para fijarme en su cara.

ya había visto uno o dos hombres en mi vida

con una mirada como

aquélla.

 

conocía bien esa mirada.

 

no volvería a verlo.

 

aceleré y puse la

radio.

 

 

 

 

 

en la acera y al sol

 

 

he visto a un viejo por la ciudad

cargando un enorme paquete.

lleva un bastón

y sube y baja por las aceras

con ese paquete atado a su espalda.

 

parece que lo estoy viendo.

 

si tan solo tirara ese paquete, pienso,

tendría una oportunidad, no mucha 

pero una oportunidad.

 

y está en un distrito malo: Hollywood.

no le van a dar ni un

hueso seco en Hollywood.

 

está perdido. con ese paquete

en las aceras y al sol.

 

dios todopoderoso, viejo, pienso, tira ese

fardo.

 

luego sigo conduciendo, pensando en mis propios

problemas.

 

la última vez que lo vi no caminaba.

eran las diez y media de la mañana en Bronson Norte y

hacía calor, mucho calor, y se sentó en una pequeña repisa,

encorvado,

la mochila todavía atada a su espalda.

 

reduje la velocidad de mi auto para verle la cara.

ya había visto uno o dos hombres en mi vida

con miradas en sus rostros como

aquella.

 

conocía esa mirada.

 

nunca lo volvería a ver.

 

aceleré y encendí la

radio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir