charles simic

contra el invierno

 

The Vintage Book of Contemporary American Poetry, J. D. McClatchy (comp.),
Knopf, Nueva York, 1990

 

 

Contra el invierno

 

Detrás de tus párpados la verdad es dura,
¿qué vas a hacer con ella?
Los pájaros están callados; no hay nadie a quien preguntar.
Durante todo el día mirarás de soslayo el cielo gris.
Cuando el viento sople temblarás como la hierba.

Pequeña y débil oveja, estabas cubierta de lana
hasta que ellos llegaron con sus grandes tijeras.
Las moscas se arremolinaron sobre tu boca abierta
pero luego también volaron, igual que las hojas,
hacia las cuales las ramas desnudas se extendían en vano.

Se acerca el invierno. Como el último soldado heroico
de un ejército derrotado, permanecerás en tu puesto,
la cabeza desnuda ante el primer copo de nieve.
De pronto, un vecino se acerca a ti,
Estás más loco que el tiempo, Charlie.

 

Versión de Jonio González

 

Against Winter

 

The truth is dark under your eyelids.
What are you going to do about it?
The birds are silent; there’s no one to ask.
All day long you’ll squint at the gray sky.
When the wind blows you’ll shiver like straw.

A meek little lamb you grew your wool
Till they came after you with huge shears.
Flies hovered over open mouth,
Then they, too, flew off like the leaves,
The bare branches reached after them in vain.

Winter coming. Like the last heroic soldier
Of a defeated army, you’ll stay at your post,
Head bared to the first snow flake.
Till a neighbor comes to yell at you,
You’re crazier than the weather, Charlie.

Contra el invierno

 

La verdad es oscura debajo de tus párpados.
¿Vos qué pensás hacer?
Los pajaritos callan; no hay a quién preguntarle.
Todo el día otearás el cielo gris.
Y cuando el viento sople temblarás como paja.

Como un cordero manso dejaste que la lana te creciera,
hasta que al fin vinieron a buscarte con tijeras enormes.
A las bocas abiertas las rondaban las moscas
que también se esfumaron, lo mismo que las hojas
que las ramas desnudas perseguían en vano.

Llega el invierno. Igual que el último soldado heroico
de un ejército vencido, seguirás en tu puesto,
la cabeza descubierta al primer copo de nieve.
Hasta que al fin venga un vecino y grite:
“Estás más loco que este tiempo, Charlie”.

 

Versión de Ezequiel Zaidenwerg

 

 

 

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