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La Isla del Lago
Oh Dios, Oh Venus, Oh Mercurio, patrón de los ladrones,
dadme a su debido tiempo, os lo suplico, una pequeña
tienda de tabaco,
con las cajetillas relucientes
apiladas con esmero en los estantes
y el suelto y fragante cavendish
y el tabaco para liar,
y el rubio Virginia
suelto en las brillantes cajas de cristal,
y unas balanzas no demasiado grasientas,
y las putas dejándose caer para decir, pasando, una palabra o dos,
para una broma, y arreglarse un poco el pelo.
Oh Dios, Oh Venus, Oh Mercurio, patrón de los ladrones,
concededme una pequeña tienda de tabaco,
o colocadme en cualquier profesión
salvo en esta maldita profesión de escritor,
en la que uno necesita su cerebro todo el tiempo.
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The Lake Isle
O God, O Venus, O Mercury, patron of thieves,
Give me in due time, I beseech you, a little tobacco-
shop,
With the little bright boxes
piled up neatly upon the shelves
And the loose fragrant cavendish
and the shag,
And the bright Virginia
loose under the bright glass cases,
And a pair of scales not too greasy,
And the whores dropping in for a word or two in passing,
For a flip word, and to tidy their hair a bit.
O God, O Venus, O Mercury, patron of thieves,
Lend me a little tobacco-shop,
or install me in any profession
Save this damn’d profession of writing,
where one needs one’s brains all the time.
Ezra L. Pound
The Lake Isle
De Lustra (1915)
En Collected shorter
poems of Ezra Pound
First published in mcmlii
by Faber and Faber Limited
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