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Seria, parece que Masha está seria, quizá la hemos interrumpido cuando estaba trabajando
en sus clases de natación sin agua, o en su ballet, pero, sin duda, valía la pena encontrarse
con esta grácil criatura. Los ángeles y los perros no pueden andar lejos a estas horas, pronto
llegarán, y Masha será feliz o, por lo menos, se pondrá contenta. Triste y contenta. Si la hubiésemos
dejado tranquila, se habría puesto alegre y contenta con los ángeles y los perros, en fin.
‘El tiempo siempre está maduro, la pregunta es para qué’, dijo el poeta, y ahora se lo digo
a Masha para que sepa que comprendo que ensaye para echar a volar.
Con el poeta, le vengo a decir que la mayoría de las personas son otras y que los demás se
apañen con la nómina o con la falta de nómina, con el vídeo, con la coca o con la esperanza:
yo estoy con ella en su vida solitaria y esforzada, en su deseo de perfección y belleza.
Aquí todo tiene la suficiente claridad y la deliciosa oscuridad de la armonía. Mirando a Masha,
sus ojos serios de mirada clara o sus ojos claros de mirada seria, no sé, y su trenza de trabajo,
y su cuerpo delgado, flexible y esbelto, y su boca superdotada en labios y en dientes, preciosa,
entiendo un poco más y un poco menos de este asunto de la vida.
Cuidado con Masha porque sueña. Si guardara sus labios por si vuelvo.
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