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[Abierto el tema de las traducciones de Dylan Thomas al castellano,
hemos acudido a la sección que Ezequiel Zaidenwerg, en su blog,
dedica a los traductores invitados. Recoge dos versiones de la
traducción de
DO NOT GO GENTLE INTO THAT GOOD NIGHT
[NO ENTRES DÓCILMENTE EN LA NOCHE CALLADA]
Do not go gentle into that good night |
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Though wise men at their end know dark is right, Because their words had forked no lightning they Do not go gentle into that good night. |
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Good men, the last wave by, crying how bright Their frail deeds might have danced in a green bay, Rage, rage against the dying of the light. |
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Wild men who caught and sang the sun in flight, And learn, too late, they grieved it on its way, Do not go gentle into that good night. |
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Grave men, near death, who see with blinding sight Blind eyes could blaze like meteors and be gay, Rage, rage against the dying of the light. |
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And you, my father, there on the sad height,
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ÓSCAR DE PABLO
En vez de ir manso hacia la noche fría,
la edad de viejo debe hacerle frente;
rabia, sí, rabia ante el morir del día.
Si el sabio reconoce la sombría
extinción de su flama, se resiente
en vez de ir manso haca la noche fría.
Siente el justo al juzgar su biografía
un brillante pasado del presente,
rabia, sí, rabia ante el morir del día.
Cantaba el indio al sol cuando éste huía
y, aunque tarde, lo llora cuando ausente,
en vez de ir manso hacia la noche fría.
Con su luz que a cualquiera cegaría,
no atempera en el sabio ponente
rabia, sí, rabia ante el morir del día.
Ahora, al término, padre, de tu vía,
déjame lágrimas de furia ardiente.
En vez de ir manso hacia la noche fría,
rabia, sí, rabia ante el morir del día.
JOSÉ EMILIO PACHECO
No entres con calma en esa noche errante.
La vejez debe arder en el ocaso:
lucha contra la luz agonizante.
Si los sabios aceptan lo humillante,
sus palabras no doman el chispazo.
No entres con calma en esa noche errante.
Los buenos, tras la ola deslumbrante,
evocan su pasado ante el mar raso:
lucha contra la luz agonizante.
Los audaces aceptan el diamante
del sol, aunque su canto sea un fracaso:
no entres con calma en esa noche errante.
Los más serenos, en la luz distante,
ven, sin embargo, de la sombra el trazo:
lucha contra la luz agonizante.
Padre mío, a la altura del fracaso,
dame tu bendición, maldice acaso.
No entres con calma en esa noche errante:
lucha contra la luz agonizante.
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