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Le pain
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Francis Ponge – Le parti pris des choses (1942)
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El pan
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La superficie del pan es maravillosa, ante todo, a causa de esa impresión cuasi panorámica que ofrece:
como si uno tuviera, a mano y a su disposición, los Alpes, el Tauro o la Cordillera de los Andes.
Así pues, una masa amorfa mientras eructaba fue deslizada para nosotros en el homo estelar, donde,
endureciéndose, se ha labrado en valles, crestas, ondulaciones, grietas… Y desde entonces, todos estos
planos tan netamente articulados, todas estas losas delgadas donde la luz con aplicación tiende sus
fuegos, -y sin una mirada para la innoble blandura subyacente.
Ese flojo y frío subsuelo que uno llama la miga tiene su tejido semejante al de las esponjas: hojas o flores
son allí como hermanas siamesas, soldadas por todos los codos a la vez. Cuando el pan se endurece,
esas flores se marchitan y se encogen: se separan unas de otras, y la masa se vuelve friable…
Pero cortémosla aquí: porque el pan en nuestra boca debe ser objeto no tanto de respeto como de consumo.
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en español:
del blog [elbatiscaforojo]
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