el hueso de la gaviota


Breve y liviano sobre la playa, aéreo

el último hueso de la gaviota

aguarda la disolución en manos de los elementos.

No está previsto un accidente

que modifique la situación.

El sólido cuerpo del planeta

también espera

pasivamente espera y con dulzura

el retorno del hueso a su garganta.

Cincuenta millones de años

contra unas semanas de vuelo.

No hay injusticia en la proporción

sino confianza y un pulido equilibrio

entre el agua el viento y la temperatura solar.

Y allí de pie, el poder humano,

buscando en el cielo un agujero

donde meter la cabeza y si es posible

una eternidad independiente

de uso privado y esqueleto propio.

Joaquín O. Giannuzzi

del blog: Ignacio y tal

[pensarporexistir.blogspot]


 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

identidad

 

vivo en mi tiempo
fuera de mi tiempo

 

después del incidente

 

Sigue creyendo que la luna vierte
su locura inconstante aquí en la noche,
que existe un mundo fiel