escuchando el presente

 

En la plenitud de la noche, el esposo

se vuelve hacia la esposa dormida

cuando en la cerrada oscuridad escucha

el asedio de la antigua aflicción: el tiempo

clavando en la mitad de la almohada

una promesa de aniquilación. Pero ella

está allí, un centro vivo

que no se aísla en su respiración

y que transmite a la materia circundante,

-la pulsación de la sábana, latidos en el aire–

la certeza de un presente amado e inviolable.

Entonces se inclina, se deleita en el instante

y deposita el sufrimiento en la desolación del futuro.

 

 

Joaquín O. Giannuzzi

 

 

 

 

 

 


 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

después del incidente

 

Sigue creyendo que la luna vierte
su locura inconstante aquí en la noche,
que existe un mundo fiel

 

la vista atrás

 

Me recuerdo de niño, solo en mi soledad.
Notaba que mi vida no era real.