carta del suicida

Juro que esta mujer me ha partido los sesos,

porque ella sale y entra como una bala loca,

y abre mis parietales, y nunca cicatriza,

así sople el verano o el invierno,

así viva feliz sentado sobre el triunfo

y el estómago Ileno, como un cóndor saciado,

así padezca el Iátigo del hambre, así me acueste

o me levante, y me hunda de cabeza en el dia

como una piedra bajo la corriente cambiante,

así toque mi citara para engañarme, así

se abra una puerta y entren diez mujeres desnudas,

marcadas sus espaldas con mi letra, y se arrojen

unas sobre otras hasta consumirse,

juro que ella perdura, porque ella sale y entra

como una bala loca,

me sigue adonde voy y me sirve de hada,

me besa con lujuria

tratando de escaparse de la muerte,

y, cuando caigo al sueño, se hospeda en mi columna

vertebral, y me grita pidiéndome socorro,

me arrebata a los cielos, como un cóndor sin madre

empollado en la muerte.

Gonzalo Rojas

¿Qué se ama cuando se ama?

Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM)

Editores: Mario Andrés Salazar C., Regina Rodríguez C.

2000

Gonzalo_Rojas_-_PUC


 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir