isabel bono

 

una casa en Bleturge

 

 

 

la vida sigue, las putas pasan

 

 

Prefiero morirme de una puta vez a que me hagan otra

colonoscopia, dijo. Ella colgó el teléfono y encendió el or-

denador. ¿Cómo está tu padre? Bien, dijo ella sin volverse.

¿Dónde quedó aquello de la ley de vida? Su padre, su ma-

rido, su hijo. Se siente miserable. Mi padre, yo, mi hijo. Por

ese orden.

¿Sabes qué ha dicho mi padre?, que prefiere morirse a

que le hagan otra colonoscopia. Él no dijo nada. Estoy muy

cansada, dijo ella, y miró la página en blanco del ordena-

dor. Por la mañana, cuando volvía del hospital en el tren

de cercanías, vio cómo una chica se perfilaba los labios

usando como espejo la pantalla del móvil. Después sacó

un chicle y se lo metió en la boca. Masticaba de una forma

grotesca para no estropear el maquillaje. La chica iba ves-

tida de rojo de los pies a la cabeza.

 

Si estás cansada deberías dejar eso.

 

Ya.

 

Al lado de la chica de rojo se sentó una madre muy joven.

No paró en todo el trayecto de hablar al bebé con una

sonrisa exagerada. A la hora de bajar nadie se acercó a ayu-

darla. Las puertas se cerraron y la mitad de la sillita quedó

atrapada. Varias personas corrieron hacia ella. Alguien ac-

cionó la alarma. Se vuelve para contárselo.

Si el tren llega a ponerse en marcha el niño hubiera

muerto, ¿te imaginas? Él la miró sin decir nada. Notó su

rabia y su cansancio a partes iguales. Nunca acierto, tenía

que haberle contado lo de la chica de rojo, pensó.

 

Me voy a la cama, deberías dejar eso, te dolerá la espalda.

 

Ya.

 

Después de cinco minutos delante de la pantalla en

blanco, se estiró y fue hacia el baño. Él estaba dentro, dis-

cutía con alguien por el móvil. Ella volvió al ordenador.

 

 

para ti, bella durmiente / soez y lánguida / que has

alcanzado la celebridad /gracias a mí /gracias a haberte

deseado / la muerte / tantas y tantas veces // para ti, bella

durmiente / (porque ahora estarás dormida) / todo mi des-

precio / todo mí odio / todo mi resentimiento // para ti, puta

 

 

 

Apagó el ordenador, entró en la cama a oscuras y cerró

los ojos.

¿Has acabado? De momento sí, dijo.

 

 

 

 

 

 

 

 

isabel bono

una casa en Bleturge

Ediciones Siruela 2017

premio de Novela

Café Gijón 2016

 

 

 

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