Hay en el mar colinas sorprendidas
que, repentinas, caen.
Es un espasmo inevitable, largo,
un continuo dolor.
Así como un conjuro,
lo que alumbró la vida
pronuncia una colina de repente,
alza el gesto, renuncia
y como las ruinas de las ciudades míticas
abandona en lo eterno su palabra.
Es un salto en la luz
como la muerte.
Javier Egea
POESÍA COMPLETA
Obra dispersa e inédita
Bartleby Editores
Edición de Jose Luis Alcántara y
Juan Antonio Hernández García
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