joan margarit

 

selección de poemas

 

 

Fundación Juan March
Madrid MMX
poética y POESÍA
Ediciones Peninsular

 

 

MADRE RUSIA

 

 

Era el invierno del sesenta y dos:

en la cama, la lámpara encendida

no se apagaba hasta el primer rumor

de claridad al comenzar el día.

Fue cuando leí a Tolstoi sin descanso,

imaginando en los lejanos bosques

-mientras ladraba un perro en algún patio-

fabulosos trineos en la noche.

Nevaba, en Barcelona, aquel invierno.

En silencio nos fueron envolviendo

los suaves copos como una vitrina.

Y al llegar el buen tiempo, tú, Raquel,

ya estabas a mi lado con aquel

claro rostro de una Ana Karenina.

 

 

 

MARE RÚSSIA

 

 

Era l’hivern de l’any seixanta-dos:

el llum encès en el capçal del llit

no s’apagava fins a ser esvanit,

a l’alba, per murmuris de clarors.

Tolstoi va ser incansablement llegit:

mentre en algun badiu bordava un gos,

jo imaginava, al bosc, un fabulós

passeig en els trineus sota la nit.

Va nevar a Barcelona, aquell hivern.

Calladament ens van embolcallar

els flocs de neu com una gran vitrina,

i, en arribar el bon temps, amb el desgel,

tu ja tenies per a mi, Raquel,

el rostre clar d’una Anna Karenina.

 

 

 

 

 

 

 

 

Ÿ

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

radiografía

 

Algo que ahora sé, no tendría que haber ocurrido.

 

 

oficio

 

Algunos de mis amigos se hartan de lo mismo;
y ellos no escriben poemas.

 

balconcillos 19

 

Hay suficiente belleza en estar aquí y no en otra parte.