amy lowell

 

Hace 40 años que Amy Lowell está muerta en los Estados Unidos.

Sin embargo, uno de los poemas que escribió

refiere las cosas que abandonó en el sol

mientras ella persiste en la costumbre del sepulcro

y los días siguen entrando en su habitación.

Ahora no podemos sino imaginar sus huesos finos de mujer

delicadamente amontonados en un trozo de sombra.

Las cosas que amó, que poblaron su historia personal

hecha de uvas, vestidos, collares, libros, muñecas,

se alejan dispersas y se integran profundamente

con nuevas cosas que ella no pudo conocer.

Nos hubiera gustado, a pesar de todo,

provocar el encuentro que hizo visible el desafío de su poesía.

reunir otra vez la lejanía de aquella dulce materia

y situar en medio de los objetos recuperados

los blancos huesos devueltos al conocimiento.

Que todo esto resulte claro para nuestra locura

y una prueba para nuestro desorden sin fe:

mientras miramos desde el jardín, esperando

que algo suceda en la habitación soledad de Amy Lowell,

mientras el mundo presente se hace remoto

y asiste ruidosamente al desencuentro de sí mismo.

 

 

 

joaquín o giannuzzi

 

amy lowell

 

 


 

 

 

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