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the idiot

 

 

Oh how this sullen, careless world
Ignorant of me is! Those rocks, those homes
Know not the touch of my flesh, nor is there one tree
Whose shade has known me for a friend.
I’ve wandered the wide world over.
No man I’ve known, no friendly beast
Has come and put its nose into my hands.
No maid has welcomed my face with a kiss.

Yet once, as I took passage
From Gibraltar to Cape Horn
I met some friendly mariners on the boat
And as we struggled to keep the ship from sinking
In a storm, the very waves seemed friendly, and the sound
The spray made as it hit the front of the boat.

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               el idiota

 

 


¡Oh cómo me ignora este hosco,
indiferente mundo! Esas rocas, esas casas
no conocen el contacto de mi carne, ni hay un árbol
cuya sombra me haya amparado cual un amigo.
He vagado por el mundo entero.
No he conocido ningún hombre, ninguna fiera se acercó
pacíficamente y puso su hocico entre mis manos.
Ninguna muchacha acogió mi rostro con un beso.

Sin embargo una vez, durante una travesía
de Gibraltar al Cabo de Hornos
conocí a bordo amistosos marineros,
y mientras luchábamos para salvar la nave del naufragio
durante una tormenta, las mismas olas parecían amigas,
y el rumor que hacía la espuma al golpear la frente de la nave.

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John Ashbery (Nueva York, 1927), Alberto Girri, 15 poetas norteamericanos.

Segunda serie, Editorial Bibliográfica Omeba, Buenos Aires, 1969 (edición no bilingüe)

de Otra iglesia es imposible

 

 

 

 


 

 

 

 

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