el hombre de gris

Este es el poema en el que existe un hombre sentado, un hombre que está vestido de gris,

que viaja a visitar a otro hombre que ni siquiera conoce, a un hombre que también ha tomado

el tranvía y viaja a su encuentro y que va pensando lo mismo que el otro hombre de gris.

Este es el poema donde existen dos hombres sentados, los dos han amado, los dos han sufrido,

los dos han tomado el tranvía, se ignoran, no saben que ambos viajan al encuentro de un hombre

vestido de gris.

Este es el poema donde existen tres hombres sentados, tres hombres que hablan de un hombre

que habrá de venir, un hombre que vestido de gris estará esperando el tranvía sentado en un banco

no muy lejos de aquí.

Este es el poema en que cuatro hombres sentados se miran, pero ninguno se atreve a pronunciar la

palabra, la misma palabra que está ardiendo en sus labios desde el instante preciso en que cada

uno de ellos se decidiera a venir.

Esperan, aguardan a un hombre que aún no ha tomado el tranvía, un hombre que está abriendo el

armario y saca su traje y se ve en el espejo vestido de gris.

Juan Carlos Mestre

de La poesía ha caído en desgracia

Visor 1992


 

 

 

 

 

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