viejina

 

Se retuerce las manos presintiendo su nombre,

médico de cabecera, omóplatos casi cruzados.

 

Cabría preguntarle si reducida

a alguna esencia o resta simple.

 

Este es el olor de los que insisten. En su caja

abdominal el silencio tras todas las bombas de todas

las guerras. Me sonríe ambulatoria.

 

La flor del siglo XX, el loto de sus pies.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

julieta valero

de ·que concierne·

(vaso roto, 2015)

 

 

 

 


 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

radiografía

 

Algo que ahora sé, no tendría que haber ocurrido.

 

 

oficio

 

Algunos de mis amigos se hartan de lo mismo;
y ellos no escriben poemas.

 

balconcillos 19

 

Hay suficiente belleza en estar aquí y no en otra parte.