julieta valero
viejos amantes
nuevos
amantes heridos
graves
amantes
viejos amantes nuevos
Tu cuerpo no es tu cuerpo.
Te sufre y trasciende
esa cobardía, el noviazgo, ropita blanca.
Quién te crees que eres para negarle
lo que yo le ofrecía.
Para dárselo.
La palabra «terminal»
que lleva secos parajes y morfina
te mereces.
Yo quise ser tu vida.
Luego fui a por todo, dije, seré tu ocio
cena en las afueras
carnívora siesta, casa sin culpa
que nos fue dada la pasión, vitriolo para el
tiempo.
iDesnúdame, ayúdanos! ¡No hay más justicia que
ésta!
Volverá a ocurrir. Y será deleitoso.
Mientras el tiempo tenga tráquea
ayuntarán nuestras caderas
a su diálogo y botánica.
Mientras, tú y yo nos miramos a los ojos
en una cuneta donde nunca se dio el atropello.
Y envejecemos, envejecemos.
Entre flores estúpidas, igual de blancas.
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