Alguien te sigue a veces en silencio
Las cosas nunca dichas
se transforman en actos.
Atraviesas la noche en manos del sueño,
pero el otro, implacable
no te abandona: lucha
contra la irrealidad, la falsa vida
donde todo es ocaso
Frágil perseguidor que eres tú mismo
Lo has obligado a ser, en guardia siempre
el minucioso espejo que no olvida.
Jose Emilio Pacheco
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