Lo que queda después de la flor

es una cosa sin dientes,

recordando

el misterio de la flor, la espantosa aguja

para grabar en la piel las sílabas

del dolor: y la vida

es como una irritación, o una molestia

de ser nada aún,

como un recuerdo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Leopoldo María Panero

De Conversación, Nivola, 2003

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

la no vida

 

sin espacio para la expresión
del dolor, —como hacen los artistas.

 

es posible

 

Es fácil y probable,
que al pasar los años, se desconozcan

 

belleza

 

Era tan guapa
que no llamaba
la atención